Columna de Juan Carvajal: Mirar al futuro



Por Juan Carvajal, periodista y ex director de la Secom

Pensar en el futuro y desear que sea mejor es una reflexión privativa del ser racional, intelectivo y previsor, o sea, con visión anticipada para que el futuro no le coja indefenso y por sorpresa. Planificar proyectando la acción a largo plazo para obtener mejores y más sólidos resultados es propio de quien tiene la responsabilidad y la necesidad de operar cambios que se proyecten en el tiempo. Gobernar sin tener la perspectiva del tiempo en su quehacer cotidiano, equivale a transitar por la historia sin ser parte de su memoria.

Ese es el gran desafío que tiene el Presidente Boric, quien tiene la mirada y el propósito de realizar grandes cambios para trascender en el tiempo con una obra que deje huellas en el país, pero que tropieza entre el estar y el ir, entre una coalición y otra, entre la presión de la inmediatez y la intención destructiva de la oposición o de los desaciertos de muchos partidarios y constitucionalistas.

Así, en un escenario altamente complejo, con una baja que registran recientes encuestas para la aprobación del Presidente y el gobierno, con un alza en la tendencia al Rechazo y una seguidilla de errores no forzados, el Ejecutivo tiene poco margen para intentar concretar su agenda de transformaciones y con ello garantizar un acuerdo y rápido despacho del proyecto de reforma tributaria que se presentará este viernes en el Parlamento. De esta reforma depende que se cumplan los compromisos de terminar con el CAE y con la deuda con los profesores, efectuar una reforma de pensiones con un mínimo garantizado, reformar la salud, entre otras tantas promesas que generan gran expectativa ciudadana.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha señalado que este proyecto tiene como objetivo lograr una mayor recaudación para el Estado para así cumplir con las demandas sociales y gastos en los cuales está comprometido el país y que “va a proveer financiamiento para reformas sociales importantes, para aumento de la productividad, de la competitividad y de la diversificación productiva”. El nuevo proyecto del gobierno, junto con recaudar, busca también generar mayor justicia tributaria.

El proyecto dependerá directamente de la destreza con que el Ejecutivo logre tramitar esta iniciativa que, según el ministro de Hacienda, otorgará financiamiento suficiente, en un Congreso donde no solo no tiene mayorías, sino que donde no tiene asegurado el apoyo de los parlamentarios de sus propias coaliciones de gobierno.

La Moneda debería considerar la gran fragilidad de esa pequeña luz de esperanza que les concedió en sus primeros días una ciudadanía que tiene demandas urgentes y que hace rato dejó de creer en la política y en las instituciones. Si son los problemas lo que prevalece, se terminará por perder completamente ese voto de confianza, eclipsando cualquier logro o esfuerzo por liderar la agenda de realizaciones y cambios profundos que se había prometido. Es momento de apostar al largo plazo.

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