Columna de Juan Ignacio Brito: Chile y el “amigo chino”

La importancia de China en el tablero geopolítico global y su creciente y activa presencia aquí hacen que sea imprescindible definir con claridad cómo se vincula Chile con la superpotencia.
Se habla poco de China en Chile. Por acá se prefiere dedicar tiempo y atención a las peripecias de Donald Trump, que aparece siempre y en todo lugar, copando el espacio. China, en cambio, tiene una presencia silenciosa, pese a que es nuestro principal socio comercial, fuente de inversiones en sectores económicos clave y origen de buena parte de los productos que consumimos a diario.
La controversia acerca de los vínculos de figuras del PC y sus favores al “amigo chino” -como llamó la diputada comunista Karol Cariola al empresario Bo “Emilio” Yang- pone de relieve una realidad que no por soterrada se hace menos importante: China ha tendido potentes lazos con nuestro país y es influyente en algunos ámbitos. La revelación del contacto del PC con Yang, así como la participación de este y otros “gestores de intereses” en una variedad de actividades del gobierno chino en Chile, confirman que las redes políticas de ese país en el nuestro son más robustas y permanentes de lo que parece a primera vista.
Incluso donde sí es clara la presencia china, esta logra pasar casi inadvertida. El año pasado, con motivo de los apagones que afectaron a los clientes de las distribuidoras eléctricas, la atención estuvo puesta en Enel, al punto que el gobierno anunció que buscaría la caducidad de la concesión de esa compañía italiana. La hostilidad llegó a tal extremo, que el Presidente de la República adujo “problemas de agenda” para evitar reunirse con la Primera Ministra italiana durante la cumbre del G20 celebrada en noviembre pasado en Rio de Janeiro. Sin embargo, Enel no fue la única distribuidora de energía que falló durante los apagones. CGE tuvo más hogares involucrados y, pese a que ofreció una compensación menor a los usuarios afectados que la italiana (lo que hizo que el Sernac introdujera una demanda colectiva en su contra), no hubo en su caso acusaciones públicas del Presidente, indignación del gobierno ni anuncios de revisión de la concesión contra la empresa. ¿La diferencia? CGE tiene controladores chinos.
Quizá ya sea momento de que China salga de esa zona de penumbra en la que parece operar en Chile y se convierta en tema abierto de conversación, para conocer bien cuáles son sus redes y su real influencia por estos pagos. Un deber mínimo de transparencia democrática obliga a revelar cómo se relacionan el gobierno, los partidos políticos, los grupos empresariales y otras entidades con el gigante asiático.
La importancia de China en el tablero geopolítico global y su creciente y activa presencia aquí hacen que sea imprescindible definir con claridad cómo se vincula Chile con la superpotencia, que parece preferir el sigilo a la exposición pública. Está en el interés de Chile y sus ciudadanos saber bien cómo opera y cuáles son las redes de China en nuestro país.
Por Juan Ignacio Brito, periodista
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