Columna de Lorena Fries: De Ecuador a Chile: claves para enfrentar la crisis de seguridad en 2024
Chile no es Ecuador. Pero lo que hemos visto puede llegar a pasar en nuestro país si no somos capaces de analizar las causas que pusieron en jaque el Estado de Derecho y no adoptamos ahora los resguardos necesarios. Por eso, es necesario ir más allá de lo superficial y el populismo - la estrategia preferida de la derecha, especialmente para este año electoral - y abordar la crisis de seguridad en Chile de manera efectiva y no efectista.
Si bien las causas del narco golpe en Ecuador son multifactoriales, la principal causa ha sido el desmantelamiento del Estado. Ministerios fusionados, ministerios eliminados, reducción de recursos para la salud y la educación, y la liberalización del uso de armas en la población civil son algunos ejemplos que han permitido la ocupación territorial del narco y su impunidad para asesinar a políticos que se han erigido contra el crimen organizado.
¿Qué lecciones tomar de la situación en Ecuador y cómo seguir?
Lo primero es actuar en base a la evidencia y la realidad de nuestro país. Con medidas que ofrecen “soluciones simples” no habrán menos delitos. Eso es lo que nos muestra la evidencia.
Más específicamente, para disminuir la capacidad que tiene el narco y el crimen organizado de penetrar las instituciones, el control de las cárceles es fundamental. Podemos enorgullecernos aún del control que tiene el Estado de Chile sobre sus cárceles, sin embargo, es necesario resolver el problema de hacinamiento con el fin de segregar a la población penal de acuerdo a su relación con delitos de crimen organizado y del narco. La inhibición de los celulares dentro de estos espacios es un avance, pero se requiere avanzar en un mayor control y distancia entre los líderes de bandas y sus “bases” en los centros penitenciarios.
Lo que contribuye definitivamente a desbaratar al crimen organizado es seguir la ruta del dinero. Necesitamos información de movimientos y flujo de dineros. Lamentablemente, la oposición se ha negado tajantemente a levantar el secreto bancario. Junto con ello, no puede haber espacio alguno para la corrupción. No existe crimen organizado o narco sin corrupción, que parte con las instituciones más cercanas a la población, como municipios y policías. Ahí es donde hay que poner más control, transparencia y publicidad de las actuaciones.
También necesitamos control efectivo de las armas. En Ecuador, el gobierno de Lasso liberalizó el uso de armas para defensa propia en la población civil. Esto acrecentó el poder de fuego de las bandas criminales que aumentaron la tasa de homicidios. Controles para el acceso a las armas por parte de civiles, un mayor grado de fiscalización sobre estas y la inversión en apoyo para especializar a las policías y aduanas dotándolas de equipamiento para cumplir eficientemente sus labores, son fundamentales para hacer presente al Estado en los territorios con presencia del narco y crimen organizado.
Por último y muy importante, es necesaria una mirada y abordaje integral de la seguridad, que incluya aspectos sociales, económicos y medioambientales. Este enfoque no solo promueve la prevención del delito, sino también la equidad social, la justicia económica y la protección del medio ambiente. Esto es esencial para alejar a los jóvenes del crimen organizado, quienes han sido seducidos por el dinero ante la falta de oportunidades para salir adelante.
Estas lecciones serán solo palabras si no actuamos ahora. Si bien Chile no es Ecuador, negarse a actuar en base a la evidencia nos llevará por el mismo camino de Ecuador y otros países de la región. Este 2024 es una oportunidad para trascender las narrativas políticas simplistas y construir una seguridad que refleje la realidad multifacética de nuestra sociedad. Asumamos hoy el compromiso de priorizar la evidencia y trabajar juntos/as hacia un futuro más seguro, equitativo y sostenible para todos/as.
Por Lorena Fries, diputada