Columna de Luis Castillo: Los peligros de la “universalización” de la atención primaria de salud
La Atención Primaria de Salud (APS) tiene por objeto generar un mejor estado sanitario para las personas, garantizando el mayor nivel posible de salud y bienestar. Si bien Chile ha hecho enormes avances, aún quedan grandes espacios de mejora. El desafío no es sencillo, tal como ha sido expuesto en el estudio “Eficiencia en la Gestión de la Atención Primaria de Salud”, que da a conocer propuestas de mejora concretas y eficaces para lograr estos objetivos. Esta es una herramienta muy importante para ayudar a identificar el camino a recorrer para hacer de la definición teórica una realidad.
El reconocimiento de la Atención Primaria, como la base de los sistemas de salud integrados en red, es la estrategia de OMS para alcanzar el objetivo de “salud universal”. Sin embargo, la organización y gobernanza de esta es muy distinta a la existente hoy. Esto es relevante, pues la carga a la que se quiere exponer -por demanda- a un sistema único estatal, se traducirá en más rechazos de atención -y probablemente- a mayor rotación de personal médico que buscará una mayor calidad de empleo. Una implementación fallida tendrá consecuencias, principalmente, en ciudadanos más vulnerables. Basta recordar lo que fue el Transantiago.
La propuesta de “universalización de la APS”, pensada como única y estatal, he incorporada al presupuesto 2023 de Salud como proyecto piloto, conlleva complejidades contraculturales, de mayor o menor intensidad dependiendo de las comunas y sus realidades. Esta será de organización más simple en donde la existencia y desarrollo de la medicina privada, institucional o individual es frágil, pero mucho más compleja donde el desarrollo de las instituciones privadas es fuerte, con experiencia regional y nacional.
Para que se produzca una verdadera integración, la APS públicas y privadas deben ser visualizadas por los usuarios y los funcionarios como el paso obligatorio para entrar al sistema. Este enfoque va mucho más allá del aporte presupuestario, siendo fundamental los atributos que dicha APS conlleva como accesibilidad y eficacia en la resolución de los problemas de salud, incluidos los preventivos y la capacidad para resolver situaciones de mayor especialización.
Desde la aproximación presupuestaria asociada a las realidades epidemiológicas, así como las transferencias de ella, la generación de políticas en prevención primaria con un correlato de incentivos, la incorporación de cuidados poblacionales, salud digital y carrera funcionarias deben ser reorganizadas pensando que estas deben ser la base de sustentación de un sistema de salud.
La contribución de la APS a la productividad sanitaria debe ser mejorada en cualquier escenario futuro, especialmente en áreas de trato y accesibilidad de los usuarios, he integrada al resto de la red, sea pública o privada, para evitar los actuales problemas de fragmentación y ejecución
La universalización de la APS tal como está pensada es un proyecto contracultural donde lo primario -accesibilidad, trato y educación- debe ser prioridad, además de la integración y desarrollo de la APS privada existente en muchas partes de Chile.
Por Luis Castillo, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud Universidad Autónoma de Chile
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