Columna de Luis Larraín: ¿Boric, Apruebo o Rechazo?
¿Qué le conviene al Presidente Boric, que gane el Apruebo o el Rechazo? No estoy bromeando, simplemente me pongo en escenarios hipotéticos con la información que hay acerca de posibles resultados del plebiscito, a quince días de éste. Conocemos las encuestas; lo probable es que gane el Rechazo por un margen de 8 puntos o más, entre 600 mil votos y un millón calculo yo. Si llegara a ganar el Apruebo sería una sorpresa y la diferencia podría ser de menos de 100 mil votos.
Analicemos el escenario más probable: Rechazo. El Presidente Boric tendría que cambiar su gabinete y conformar un equipo para intentar gobernabilidad en un ambiente muy distinto al que enfrentó recién ganada la elección. Pero él se siente cómodo en ese rol (en varios, a decir verdad). Mucho diálogo, con todos los sectores; esta semana entrenó para eso juntándose con el presidente de la Sofofa y el de la CPC, y en esa reunión Marcel dijo algo interesante: cualquiera sea el resultado, el 5 de septiembre seguiremos viviendo en el mismo país. Los proscritos entonces estarían ahora invitados a la mesa, junto a organizaciones sociales, políticos de centroderecha y centroizquierda (necesarios para lograr mayorías que aprueben leyes). Por supuesto también los de Apruebo Dignidad, pero recordemos que tienen apenas 5 o 6 senadores de 50.
Lo que ocurriría es que el Presidente Boric tendría una oportunidad de ejercer un liderazgo. No sería fácil, pues la situación económica es compleja: la deuda externa se acerca al 40% del PIB y solo en intereses pagaremos más que lo que gasta hoy el Estado en pensiones; y la inflación seguirá desatada este año y parte del próximo. El Presidente tendría que “socializar las pérdidas” y llamar a un gran acuerdo nacional, dejando de lado las ínfulas refundacionales de su amigo Giorgio, las pretensiones hegemónicas de Izkia, Camila, Karol y su círculo de hierro, y los sueños de Atria, Carlos Ruiz y otros de instalar en Chile la patria populista de Laclau, con el corifeo ruidoso de los Stingo y Baradit. Tendríamos un gobierno de izquierda, con un ambiente difícil, pero el Presidente podría sacar adelante la tarea de gobernar Chile por cuatro años. La mala memoria de los chilenos y su corta edad le darían una oportunidad política en el futuro. ¿Los comunistas fuera del gobierno? No creo que para tanto; más bien con un pie adentro, el pie chiquitito en este caso (aquí se me cayó el carnet) y otro afuera.
Un escenario de triunfo del Apruebo, en cambio, es insoportable para Boric y para el país. La plaza Baquedano transformada en plaza “Dignidad”; ninguna posibilidad de reformar la nueva Constitución frente a huestes embravecidas; Teillier pidiendo oficina más grande en La Moneda; violencia desatada en las calles y Llaitul ofreciendo parlamentar en el río Lircay. Olvídelo Presidente, en buena.
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