Columna de Luis Larraín: Estrategias presidenciales

Si Evelyn Matthei va a liderar el esfuerzo de reconstituir esa mayoría, podría considerar la opción de una primaria que incluya a candidatos de centro apoyados por Demócratas (se menciona a Ximena Rincón) y Amarillos.
Los candidatos presidenciales deben atender al refrán español que pide: “vísteme despacio que tengo prisa”. Si bien se han desplegado algunas candidaturas, aún no hay definición acerca de primarias que se realizarán a fines de junio y cuyos candidatos deben inscribirse el 28 de abril.
En la izquierda, Carolina Tohá ya está en el ruedo, pero falta saber qué harán comunistas y el Frente Amplio. Suenan Jeannette Jara y Gonzalo Winter. Una primaria que sólo incluya a Tohá, Mulet y Mirosevic no entusiasmará a nadie. Tohá tiene debilidades como candidata (ex ministra de Interior y Seguridad Pública) que hacen difícil que gane; lo que podría significar que un candidato comunista o del Frente Amplio sean considerados más competitivos por la gente de izquierda.
Evelyn Matthei sigue encabezando las encuestas y su llamado a José Antonio Kast y Johannes Kaiser a integrarse a una primaria no ha tenido eco. Si persisten en ello, la candidata de Chile Vamos puede competir en una primaria más amplia. Rodolfo Carter está dispuesto, pero es dudoso que su sola presencia la haga convocante. Si bien falta bastante tiempo, las candidaturas pueden desde ya esbozar ciertas estrategias.
Como se sabe, la elección presidencial coincide con las parlamentarias y quien gane la Presidencia tendrá mayor éxito en su gestión si cuenta con mayoría en el Congreso. Por eso, no sólo hay que considerar alianzas a nivel presidencial sino pactos a nivel parlamentario. Es una oportunidad para la mayoría que se formó el 4 de septiembre de 2022 y que logró el rechazo a la constitución refundacional de la izquierda.
Por eso, si Evelyn Matthei va a liderar el esfuerzo de reconstituir esa mayoría, podría considerar la opción de una primaria que incluya a candidatos de centro apoyados por Demócratas (se menciona a Ximena Rincón) y Amarillos. Esas conversaciones debieran incluir la fisonomía de un pacto parlamentario. Si Kast y Kaiser hacen su propio pacto parlamentario, debieran coordinarse con la centroderecha.
Este escenario tendría la ventaja de incorporar al centro en la primaria de centroderecha, disputando ese electorado a Tohá cuya estrategia es renegar del gobierno de Boric, pese a haber sido número dos del régimen.
Reconstituir la victoria del Rechazo requiere la concurrencia de toda la derecha. Si hay candidatos que no participan en primarias debieran comprometerse a apoyar en segunda vuelta (si es que está allí) a quien gane la primaria de centroderecha. Con reciprocidad de la centroderecha en el otro caso, por supuesto. Varias de estas cuestiones se dilucidarán en las próximas semanas especialmente en lo presidencial; por mientras, los candidatos deben mostrar sus cartas para responder a las aspiraciones de la mayoría de los chilenos, que esta vez se ubican mayoritariamente del centro hacia la derecha. Aprovechémoslo.
Por Luis Larraín, presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo
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