Columna de Luis Larraín: ¿Militares en las calles?

militares santiago
FOTO:MARIO DÁVILA/AGENCIAUNO


Pareció que todos querían militares en la calle combatiendo el crimen. Comenzó el alcalde Vodanovic después que en una toma en Maipú fue enterrado el secuestrado y asesinado teniente Ronald Ojeda, refugiado del gobierno de Chile. Vodanovic fue a La Moneda a pedir a la ministra Tohá que los militares salgan a resguardar el orden público, aunque la ministra dice que no pidió eso. Las elecciones hacen milagros, pues este alcalde, y otros, no se han preocupado mayormente del crimen en los territorios, como llaman ahora a las comunas. Hay excepciones entre las que destaca Rodolfo Carter.

Vodanovic asegura que pidió antes la erradicación de la toma, que es un problema heredado, aunque no escuchamos su voz. Es cierto que la toma comenzó el 2018 y creció durante la pandemia, pero él es alcalde desde junio de 2021. Ha tenido tres años para preocuparse del tema, pero ha estado más ocupado con peluches, pulseras y otras chucherías compradas por la exalcaldesa Barriga con recursos municipales. Ahora hay elecciones de alcaldes, el crimen es el tema que la lleva y sí está preocupado de la toma. Dicen que no sólo tiene aspiraciones edilicias, sino presidenciales.

El Presidente Boric no podía quedarse fuera. Dijo en la Región del Maule, donde anda reinaugurando obras del Presidente Piñera, que está de acuerdo con que en ciertas circunstancias los militares participen en labores de orden público y mencionó un decreto presidencial sin autorización del Congreso, que justificó por la demora en aprobar la ley de infraestructura crítica. Lo que no dijo, es que esa ley, presentada por el Presidente Piñera, no se ha aprobado por oposición de la izquierda. Boric afirmó, siendo diputado: “votamos en contra de la ley de infraestructura crítica porque criminaliza la protesta y promueve la represión.” Como es cada vez más frecuente, un ministro ha salido a “aclarar” al Presidente, descartando que el gobierno esté pensando en autorizar por decreto supremo la presencia de militares en la calle. Ahora Vodanovic dice que no pidió al Ejecutivo que los militares salieran a la calle (yo escuché eso), sino al Congreso que aprobara la mentada ley. Montaje comunicacional.

Claro, porque con este súbito entusiasmo castrense de la izquierda uno se preguntaba qué pasó con las convicciones de la izquierda y cuál es su objetivo ahora.

Lo que queda del gobierno de Boric, su verdadera esencia, legado y objetivo, es colocar en posiciones del Estado a su gente: embajadores, cónsules, jueces y tantos otros que estarán entre los 92.000 funcionarios públicos nuevos en su primer año de gobierno.

Ello explica también su insistencia en reformas tan deficientemente formuladas: la de pensiones y la tributaria, que aumentan las funciones y los recursos del Estado sin solucionar las bajas pensiones ni la estructura tributaria, sino empeorándolas.

Por Luis Larraín, presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo

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