Lo que se suponía era una discusión técnica sobre pensiones se transformó en un conato de guerra civil en la derecha, que incluyó emplazamientos a Evelyn Matthei, la candidata que lidera las encuestas presidenciales, y en acusaciones cruzadas entre Republicanos y Chile Vamos.
Ha contribuido a ello la poca transparencia en las negociaciones de la Comisión de Trabajo del Senado y la imprecisión en los términos de las propuestas, en un tema complejo cuyos alcances muchos no comprenden.
Cuando el presidente de la UDI Guillermo Ramírez dijo que estaba dispuesto a 0,5 puntos de reparto para nivelar pensiones de hombres y mujeres, sorprendió porque él mismo había dicho que ni medio punto debía ir a reparto. Luego, afirmó que lo que proponía no era reparto sino compensación. Pero reparto significa utilizar cotizaciones de un trabajador para beneficiar a otro.
La polémica tiene el riesgo de agravarse pues en la simulación de la mesa técnica de pensiones no es sólo el 0,5 % lo que iría a reparto, sino que habría otro 2% para un “préstamo” de los trabajadores al Estado para mejorar pensiones actuales. Más reparto, porque financiaría beneficios de un jubilado con plata que no proviene de su cotización, sino de otros trabajadores. Argumentar que hoy las AFP prestan dinero al Estado así que no se estaría innovando es falaz, porque ello se hace voluntariamente como parte de decisiones de inversión en un mercado competitivo y puede revertirse al día siguiente. Se supone que esta sería una disposición transitoria, pero conocemos impuestos y sobretasas transitorios aprobadas por dos años que han sobrevivido más de diez.
Si la propuesta sigue la simulación de la mesa técnica no estaríamos hablando de 5,5 puntos a capitalización sino de sólo 3,5 (podrían ser 3 por solidaridad intergeneracional). Es bueno que los senadores aclaren esto porque difiere radicalmente de lo que espera la mayoría, que quiere que todo su aporte vaya a capitalización. Cambiar el nombre a las cosas no va a eliminar la gran decepción de quienes hicieron a “Con Mi Plata No” la iniciativa con mayor apoyo popular en la Convención Constitucional.
El senador Galilea se ha abierto a financiamiento que no sea reparto para nivelar las pensiones de hombres y mujeres y eso es interesante. Coloma criticó la filtración de un informe sobre el que no hay acuerdo. También podrían considerar la propuesta de LyD que sube tres puntos la cotización, todo a la cuenta individual, pues el ahorro que hace el Fisco por no cotizar el otro 3% (0,65% del PIB) puede aumentar las pensiones actuales, eliminando así el préstamo.
No estamos ad portas de un acuerdo y si se respeta la voluntad popular de no destinar cotizaciones a reparto, el ahorro fiscal por 3 puntos menos de cotización permitiría lograr el objetivo del gobierno de mejorar las pensiones actuales.
Por Luis Larraín, Presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo
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