Columna de Manuel Agosin: El indulto

Ceremonia de egreso del nuevo contingente de Oficiales y Suboficiales Penitenciarios en la Escuela de Formación Penitenciaria


En estos breves días desde que el Presidente Boric indultó a 12 personas condenadas por delitos cometidos durante el llamado estallido social y a un ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, numerosas personas de a pie, autoridades, adherentes a diversos partidos políticos han comentado extensamente el tema. ¿Se necesita una columna más? Quizás no, porque parece que todo lo que se podría decir del tema ya ha sido dicho. Excepto un aspecto, que considero fundamental.

No dudo que liberar a las personas que no cometieron delitos graves durante esos días y sin prontuario delictivo podría haber contribuido al reencuentro entre los chilenos y a la paz social, que tanto escasea. Me pregunto si el Presidente y las muchas personas que intervinieron en la selección de las personas a las cuales se benefició con los indultos no podrían haber encontrado entre los detenidos a personas con ese perfil. El mismo Presiente podría haber cumplido con una promesa de campaña y pocos seríamos los que ahora estaríamos cuestionando la medida. Desafortunadamente, parece que los encargados de escoger a los que serían beneficiados buscaron ex profeso a los que habían cometido delitos graves durante el estallido y, además, contaban con un prontuario criminal nutrido.

Seguramente que había algunos detenidos que sí cumplían con los dos requisitos que menciono más arriba, pero parece que nadie los buscó con mucho ahínco. No creo que sería difícil encontrarlos. Si los buscaron y no los encontraron, eso hubiera aconsejado no otorgar indulto alguno. El otorgado al ex frentista tampoco ha tenido explicación. Otro asunto más para explicarle a la ciudadanía: ¿Por qué estas 12 personas más el exfrentista y no otras?

El Presidente dijo públicamente que las 12 personas beneficiadas “no son delincuentes”. Parece que él no vio el resumen de su trayectoria en los tribunales y en las cárceles, o que ninguno de sus colaboradores más cercanos se cercioró de que en realidad sí eran delincuentes. Hoy cualquier ciudadano que lee los periódicos se dará cuenta en pocos minutos que sí eran delincuentes. El Presidente había dicho en más de una ocasión que no iba a indultar a personas que habían participado en incendios o en robos. Y eso fue lo que terminó haciendo. Poco comprensible, especialmente en estos momentos que la ciudadanía ha expresado en todas las encuestas de opinión que es justamente la delincuencia -hecho diario y que ya ni siquiera causa estupor- que esa es su mayor preocupación. Presidente, Ud. nos debe a los chilenos una explicación, en lugar de buscar como justificar lo que no tiene justificación. Y si se equivocó, tenga la valentía de decirlo y revoque la medida.

Por Manuel Agosin, académico FEN U. de Chile