Columna de Marcela Potin: ¿Otra vez los virus respiratorios?

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AGENCIAUNO


Todos los años en el hemisferio sur, entre marzo y octubre aparecen las infecciones respiratorias virales, afectando en especial a niños, debido a su sistema inmune y pulmones en desarrollo y al efecto gregario ( pero indispensable ) de los centros educacionales. El año 2023 en Chile, estuvo marcado por un incremento de casos de infección grave por virus respiratorio sincicial (VRS), concentrándose el 67% en menores de 2 años y ocasionando que uno de cada tres casos requiriese hospitalización.Un hecho que presionó fuertemente al sistema sanitario. Afortunadamente este año, nuestro país, líder en estrategias de vacunación, luego de un análisis de costo beneficio incorporó una nueva medida preventiva para el virus respiratorio sincicial en niños. Se trata de un producto en base a anticuerpos (Nirsevimab) de larga duración, que inhiben la unión del VRS a las células respiratorias y que ha sido aprobado por organismos regulatorios mundiales y en diciembre 2023 por el Instituto de Salud Pública Chileno. Se administrará en forma gratuita, a partir de abril en una sola dosis a todos los niños menores de seis meses.

Para los mayores de seis meses si bien aún no disponemos de medidas específicas para el VRS, se recomienda el uso de vacunas para influenza y SARS CoV- 2 .

En las primeras seis semanas del 2024 en nuestro país se ha visto un aumento inusual de infecciones respiratorias por estos dos agentes, mientras que en el hemisferio norte ( invierno 2023-24) se ha observado un incremento de casos de influenza en comparación con otros años . Por todo ello, la recomendación es administrar precozmente estas medidas preventivas eficaces y seguras, y no olvidar reforzar la higiene de la tos (cubrir la boca con el antebrazo al toser/ estornudar ), higienizar las manos frecuentemente y siempre después de sonarse, idealmente usar mascarilla si hay síntomas respiratorios y, desde luego, evitar el tabaco intradomiciliario.

El cumplimiento de estas medidas no solo prevendrá una alta proporción de infecciones, sino que también reducirá la presión sobre la ya compleja atención sanitaria y nos permitirá tener un invierno más seguro para nuestros niños.

Marcela Potin Santander, pediatra infectóloga, Facultad Medicina PUC, Red salud UC Christus