Columna de Marco Antonio Cumsille: Los desafíos de las nuevas emergencias

Incendio


A las 10 de la mañana del 21 de marzo de 1981, el Cuerpo de Bomberos de Santiago vivió una de las mayores emergencias de su historia. Las alarmas comenzaron a sonar en todos los cuarteles, un incendio había comenzado en el piso 12 de la Torre Santa María. Entonces era el edificio más alto de la capital y de Chile, con sus 110 metros y 33 pisos, un desafío inmenso para controlar el fuego y minimizar la tragedia humana. Once personas fallecieron ese día, entre ellos, uno de los nuestros de la 13ª Compañía Providencia.

Han pasado más de 40 años y la realidad de Santiago es muy distinta. Basta asomarse por una ventana o caminar por las calles para ver los enormes edificios que nos rodean. Hoy hay muchas construcciones que son más altas que la Torre Santa María y son decenas las de altura similar en algunas comunas de Santiago, destinadas a vivienda.

Esta realidad nos obliga como Cuerpos de Bomberos a prepararnos para responder de acuerdo con nuestro reconocido profesionalismo. De ahí la importancia de la actual Campaña de Socios del 2022, que termina este domingo, y que busca generar nuevos recursos. El 50% de nuestro presupuesto proviene de los socios y gracias a ese apoyo de la comunidad hoy podemos contar, por ejemplo, con dos modernas unidades MX (en las Compañías 13ª y 15ª), que por su brazo articulado permite combatir de mejor manera los incendios en altura. Cada uno de esos carros cuesta más de 1 millón de dólares.

Otra realidad que nos presentará grandes desafíos en los próximos años es el creciente número de autos y micros eléctricas. Representan, por cierto, un gran beneficio para combatir el cambio climático, pero en caso de cualquier accidente causan emergencias distintas a las de los vehículos convencionales de combustibles fósiles, principalmente por la batería, ya que en el caso de un choque puede terminar agrietándose y liberando componentes, como el litio, que podrían alcanzar los 600° C.

Esto nos obliga a prepararnos y capacitarnos de manera especial. En eso cumple un rol esencial la modernización que queremos realizar en nuestro Campo de Entrenamiento Comandante Máximo Humbser Zumarán, ubicado en la comuna de Colina. Ahí es donde nuestros voluntarios entrenan y se preparan contra todo tipo de emergencias.

Estos autos eléctricos son parte de un parque automotriz que crece cada año y más todavía después de la pandemia (60% el 2021 en relación con el año anterior). Así también han aumentado las autopistas de mayor velocidad y, lamentablemente, también los rescates por accidentes, que es el tipo de emergencia a la que más hemos acudido este año. Ahí tenemos que ocupar costosas herramientas de rescate e incluso en el último tiempo nos hemos encontrado con autos blindados por el tema de la seguridad.

Se vienen nuevos desafíos, pero se mantiene el profesionalismo y la dedicación a las comunidades a las que servimos, quienes a su vez son la pieza vital que nos permite continuar con nuestro plan de modernización.

Por Marco Antonio Cumsille, superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago

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