Columna de Martín Andrade: los desafíos del gobierno regional, con quién y cómo
¿Cómo definir los principales desafíos urbanos de una región de ocho millones de habitantes y 52 comunas? ¿Qué prioridades atender, dónde poner los recursos, cuando probablemente casi lo único que se le podría venir a la mente a cualquiera de sus habitantes es la seguridad?
Aunque ya tenga la experiencia de un primer período en el cargo, probablemente estas son algunas de las preguntas a las que intenta responder el reelecto gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Varias de esas urgencias son evidentes, aunque la seguridad y el mejoramiento urbano -que tiene en la remodelación del Eje Alameda- Providencia uno de sus proyectos emblemáticos-, son los dos grandes desafíos si una labor así de compleja pudiera simplificarse en tan solo dos tareas principales. Pero más allá del qué, las siguientes interrogantes también deben apuntar al “con quién” y “cómo”.
El desarrollo integral del territorio a través de la inversión pública tiene que ser un eje rector. Si bien es cierto que algunas comunas de la zona oriente tienen ingresos muy superiores al de otras, también lo es que en los años 2021 y 2022, seis comunas del Gran Santiago concentraron el 50% de los recursos públicos relacionados a bienestar territorial entregados esos años. Además, si miramos el centro de la capital, se observan problemas profundos que han ocasionado un aumento de ocho veces en la vacancia de oficinas, que un 45% de restoranes sigan cerrados, una migración de empresas emblemáticas hacia otros sectores y aumento de la sensación de inseguridad especialmente durante la noche. Entonces, una relación colaborativa entre el gobernador y el nuevo alcalde de Santiago Mario Desbordes serán cruciales para la recuperación de esos espacios.
En tal sentido, ya fue un muy buen inicio la reunión que ambas autoridades sostuvieron el pasado 5 de diciembre, justo en vísperas de que asuman los alcaldes electos, en la que justamente se abordaron temas como el proyecto de Nueva Alameda, la seguridad y la recuperación de barrios emblemáticos. Un primer paso en un camino en que estas y otras autoridades territoriales tendrán que extremar sus esfuerzos de trabajo colaborativo en beneficio de los habitantes de la región.
Ciclovías (la Región Metropolitana está aún bajo el promedio nacional de 9,4 kilómetros cada 100 mil habitantes), reparación de veredas, reciclaje, proyectos de cultura, luminarias, revisar las densidades en los corredores viales, desarrollo de los cerros isla, son solo algunos ejemplos de la gran diversidad de temas que requieren de una mirada metropolitana, con especial atención a lo que ocurre en el espacio límite entre comunas. Unir el Parque Metropolitano con el Cerro Manquehue para contar con el parque urbano más grande del mundo, impulsar proyectos de recuperación en zonas industriales, pensar la ciudad para cuando uno de cada cinco de sus habitantes sean personas mayores, generar un plan regulador metropolitano que mire al 2050 y que sirva de guía para tantos otros planes comunales pendientes, podrían irle cambiando el rostro al Gran Santiago.
Gestionar la ciudad para elevar la calidad de vida de quienes viven en ella es entonces el gran desafío. Con quién y cómo, pueden marcar la diferencia. Y para un cargo relativamente nuevo como el de gobernador, con atribuciones que aún se discuten, las alianzas con otros actores, la colaboración público-privada y con organizaciones del mundo civil van a ser claves para apalancarse.
Por Martín Andrade Ruiz-Tagle, director ejecutivo de Corporación Ciudades.
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