Columna de Mauricio Canals: Covid, un durísimo abril y un mayo más auspicioso

Ruben Missin
Foto: Mario Téllez


La pandemia de Covid-19 ha impactado de forma despiadada a nuestra población. Después de una gran epidemia centrada en Santiago en 2020, una reducción progresiva de las tasas entre agosto y octubre de 2020 se produjo, primero, una elevación sostenida de los casos en el sur en noviembre, y luego un brote en diciembre-enero atribuido a las fiestas de fin de año. Las vacaciones produjeron un gran relajo, con intercambio poblacional entre distintas regiones y una importante disminución en la percepción de riesgo.

Marzo y abril nos trajeron un gran rebrote en un intento de recuperar las actividades habituales y el retorno a clases. La pandemia se mostró en toda su dimensión. A diferencia del primer brote se produjo una elevación sostenida y progresiva de los casos ahora en forma masiva y sincrónica en la mayoría de las regiones. De alrededor de 2.000 casos/día en diciembre progresamos hasta un peak de 9.171 casos/día el 9 de abril/2021. La ocupación de las UCI, que tuvo su mínimo valor en 78% en agosto/2020, se elevó hasta un 97% el 12/4, lo que en la práctica es una saturación completa. Todo esto en medio de cuarentenas con numerosas excepciones no bien explicadas y una trazabilidad que nunca ha podido mejorarse sustentada en una proporción de casos antes de tres días siempre menor a un 50%. Todo inmerso en un entorno de gran desigualdad social, donde sólo algunos pueden efectivamente realizar cuarentenas y trabajo a distancia. Veintisiete mil cuatro fallecidos oficiales y 33.759 probables según el DEIS, aproximadamente 1,7 de cada mil chilenos.

Chile desde febrero se ha embarcado en una gran campaña de vacunación de notable cobertura, llegando a un 37,02% de la población con las dos dosis, la que después de dos semanas proporciona inmunidad. Como la inmunidad efectiva se establece después de 2 semanas de la segunda dosis, actualmente tenemos aproximadamente 1/5 de la población inmune.

En mayo hemos visto un panorama levemente mejor. La epidemia aún tiene una alta carga de infectados con una tasa nacional de 31,76/cien mil, cerca del triple de lo máximo tolerable. Sin embargo, ahora hay un descenso leve en la ocupación UCI, siendo de un 95% con un 75% de pacientes Covid. El ingreso neto promedio de la semana pasada fue negativo de - 5 pacientes diarios. El número reproductivo efectivo (Re) que representa el número promedio de casos nuevos que deja cada caso, ahora se encuentra bajo uno, lo que representa una disminución de la transmisión. Ahora hay sólo hay cuatro regiones con Re > 1. Se está observando una clara una disminución de la participación de los grupos etarios mayores en la hospitalización UCI, y un descenso claro de la edad promedio de hospitalizados en UCI, explicada por aumento en la inmunidad en estos grupos que se puede explicar por efecto de la vacuna.

El panorama es entonces hoy más auspicioso: una disminución lenta pero progresiva en el número de casos que comienza a repercutir en la ocupación UCI y una mejor inmunidad poblacional. No hay que pensar por ningún motivo que esta pandemia está en retirada. Aún hay interrogantes que no tienen respuestas claras y que revisten un peligro inminente en el futuro próximo. ¿Qué rol jugarán las nuevas variantes? ¿Cuál es la real efectividad de las vacunas usadas? ¿Se podrá alcanzar la inmunidad de rebaño? ¿Cuánto dura la inmunidad después de enfermar? Y ¿después de vacunarse?

Mauricio Canals es profesor titular Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

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