Columna de Max Colodro: Reequilibrios
La única forma de contrastar los resultados electorales conocidos ayer es compararlos con la última elección municipal y regional, es decir, la contienda que definió los mismos cargos hace cuatro años. En ese contraste, los números son elocuentes: las oposiciones han avanzado de manera sustantiva y el oficialismo retrocedió de forma importante. En materia de gobernaciones, el precedente era una realidad donde el actual gobierno tenía en sus manos todas las regiones, salvo la novena. Hoy el cuadro es diferente. El oficialismo no tiene más de tres gobernaciones aseguradas; la mayoría tendrá segunda vuelta y, en algunas, esa segunda vuelta será entre candidatos de oposición.
En alcaldes, las fuerzas de gobierno vivieron ayer una jornada con muy poco que celebrar. Los resultados conocidos hasta el cierre de esta nota mostraban la derrota oficialista en comunas importantes como Santiago, Concepción, Independencia y Huechuraba. La única municipalidad en que el gobierno puede mostrar un triunfo resonante es Maipú, donde el actual edil -Tomás Vodanovic- se alza con una cifra cercana al 70%. En lo demás, los grandes números confirman el retroceso, un repliegue sustantivo del gobierno y un avance de las fuerzas opositoras, que confirma el difícil momento por el que atraviesan La Moneda y sus partidarios.
Ante las cifras conocidas, el gobierno tiene poco que celebrar en términos relativos, ya que el fracaso respecto a la última elección es significativo. Ello representa un cambio que empezará a definir de inmediato la lógica de la contienda que viene el próximo año. Y, sin duda, las oposiciones han dado un paso fundamental en esa perspectiva, frente a un gobierno que sumido en la debilidad y la confusión. Estas elecciones han puesto a las fuerzas opositoras en la primera opción, pero han dejado también en claro que al frente no tienen un oficialismo desplomado, sino a un amplio bloque que muestra un peso relevante en muchas comunas y zonas decisivas.
En definitiva, en términos preliminares el cuadro general reafirma una derrota de las fuerzas de gobierno y un avance de los sectores de oposición. Pero, al mismo tiempo, se hace evidente que el país sigue articulado en torno a dos grandes mayorías, que pueden avanzar o retroceder, pero no tienen el destino escrito para lo que viene en el corto plazo.
Si algo quedó claro en los resultados electorales del día de ayer, es que al oficialismo no le basta la unidad para poder ser mayoría, y que las fuerzas de oposición, no pueden aspirar a ganar y a ser alternativa de gobierno, sino es trabajando e insistiendo en una sólida convergencia unitaria.
Por Max Colodro, filósofo y analista político.
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