Columna de Óscar Guillermo Garretón: Disculpas a Chile

La Moneda


Los actuales gobernantes nos han acostumbrado al uso profuso de disculpas menores. Pero Chile está necesitando una disculpa mayor, no sobre tuits de un director de Metro, sino sobre la validación social de destrucciones del Metro; no por tuits sobre “pacos asesinos” o “perros matapacos”, sino por haber creado un clima que legitima la agresión a la policía y justifica la violencia, mientras se vacila en el uso de la fuerza pública para contenerla y reprimirla; no por tuits contra el expresidente Lagos o el “neoliberalismo concertacionista”, cuando por 30 años el país creció en promedio un 4% anual y 5 millones abandonaron la pobreza cambiando Chile, sino por el socavamiento de la convivencia y de esa obra que nos tiene hoy como el único país de América Latina que decrecerá en 2023 y que, según el FMI, no crecerá más de 0,7% en promedio los próximos cinco años.

Las disculpas deben ser por la ignorancia de no entender que el libre comercio fue en el siglo XIX bandera de potencias mundiales que ahora propician proteccionismos, y en el siglo XXI lo es de las naciones que pugnan por prosperar; por inventar pretextos para impedir la promulgación del TPP11 aprobado por el Congreso, desafiando peligrosamente la ley y el orden constitucional, y cercenando oportunidades de progreso a chilenos y chilenas. Pidan disculpas por denostar a la izquierda que contribuyó a los éxitos para erradicar la pobreza por decenios y ahora hacer sinónimo de “izquierda” una gestión torpe y desastrosa, incapaz de ejecutar los presupuestos aprobados mientras reclaman más plata para el futuro, en tanto desfallecen demandas sociales apremiantes; o sea, discúlpense por transformar en izquierda fracasada una izquierda por decenios exitosa. Disculpas no por declarar amor a los pueblos originarios, sí por falta de agallas para terminar con la violencia en la Macrozona Sur teniendo fuerza suficiente para hacerlo, condenando así a una tragedia cotidiana a todos los de esa zona. Terminen con el descontrol migratorio, no pidan disculpas por él. Para qué seguir.

Una percepción de crisis recorre Chile entero y las dos coaliciones que gobiernan dan muestras más bien de neutralizarse en sus desacuerdos que de capacidad para resolverlos. No basta con “moderar” algo el gabinete, ni con los alentadores avances en el Congreso de acuerdos transversales para una nueva (y buena) Constitución. El país está en crisis grave de gobernabilidad y para sacarlo adelante necesitamos una fuerza política y social superior a la que contiene el gobierno. Necesitamos acuerdos de toda la nación democrática, porque la crisis engloba a toda la nación. Vivimos la amenaza de desfondamientos si no reaccionamos. El Presidente Boric ha dado señas de entenderlo. Es indispensable que priorice un esfuerzo de envergadura nacional y no el arbitraje entre quienes no pueden por sí solos resolver esto.

Por Óscar Guillermo Garretón, economista