Columna de Óscar Guillermo Garretón: Riesgos en estos tiempos

FILE PHOTO: U.S. President Donald Trump at the Oval Office
REUTERS/Kevin Lamarque/File Photo


Interpretar o definir causas de las turbulencias del planeta luego de la asunción de Trump es arriesgado. Pero no me convence atribuirlo todo a locuras o torpezas. En cambio, no dudo del debilitamiento que sufren los sistemas democráticos y de los peligros para naciones pequeñas como la nuestra. Arriesguemos opinión.

Rol central en los procesos que están tras el descontento de masas empobrecidas en USA y Europa, lo juega la monumental redistribución de actividad económica e ingresos vivida por el mundo en los últimos 30 años. Según estudios del Banco Mundial y UN Wider, ratificados más tarde por otros trabajos, entre 1995 y 2015 la población mundial sobre US$ 5.000 per cápita saltó de un 28% al 40%. En números de hoy significa que la población mundial con ingresos sobre US$ 5.000 más que se dobló. Unos 1.800 millones de personas, principalmente de Asia, África y América Latina pasaron a poder comer y comprar todos los días. Es la mayor revolución de ingresos vivido por la humanidad en su historia. Este proceso también ha redistribuido la producción, el comercio, las finanzas, las ciencias y tecnologías, antes más concentradas en unos pocos países centrales.

Sin embargo, esta buena noticia para miles de millones, crea desafíos nuevos. Para esos expobres del Tercer Mundo, cruzar el umbral de la pobreza hizo visibles diferencias que la extrema pobreza no ve, absorta en la dificultad de sobrevivir cada día. Pusieron en la agenda social la desigualdad de acceso a recursos y herramientas (como educación y tecnología), así como el consumo y la calidad de vida; nació también la amenaza de la vuelta atrás. En tanto en los países centrales, que antes concentraban el conocimiento y la creación de riqueza, el problema de las clases medias es el inverso, igualmente alimentador de malestares e irritación. Lo viven aquellos que trabajaban en actividades desplazadas al Tercer Mundo, afectados además por la conectividad y ahora por la IA; amenazados también en su estabilidad por corrientes migratorias. Han sido la fuerza social de Trump y de las extremas derechas europeas. ¿Lograrán revertir este cambio global? Es difícil y peligroso, pero están en la tarea.

Agreguemos otro cambio sideral. Desde fines de la época feudal, la política ha sido diseñada dentro del espacio del estado-nación; y ese espacio ahora ha sido desbordado por la actividad humana, entregando a las corporaciones y actividades supranacionales un peso enorme. Si estas se alían con actores nacionales poderosos, como está ocurriendo, la concentración de poder es de nueva dimensión.

Nada lo explica todo, pero creo muy incidentes estos factores. En vísperas de elecciones, el mundo no permite a Chile descuidos y frivolidades. O nos preocupamos de tener gobernantes de otra calidad a la de años recientes, convencidos de cuidar y unir nuestra sociedad, o corremos riesgo de pasarlo muy mal.

Por Óscar Guillermo Garretón, economista

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