Columna de Óscar Guillermo Garretón: Sentirse abusado
Me embarga un sentimiento de abuso de muchos cuando de Isapres se trata. Abusados por ellas y sus cobros que eludían dictámenes desde hace años; abusados por autoridades de gobierno sin acuerdo entre los que quieren aprovechar la crisis para liquidar las Isapres y los que temen sus consecuencias en el sistema de salud; por los números absurdos del superintendente Torres y sus discrepancias con la ministra de Salud que en el gobierno nadie dirime; por la creación de expectativas masivas de pagos cuantiosos sin fundamento, desmentidos por el ministro de Justicia; abusados también por parlamentarios sabedores desde hace mucho tiempo que el sistema requería cambios y siempre prefirieron “chutear” el asunto para un después nunca definido, a pesar de que su oportunista desidia tarde o temprano golpearía la salud de la población; o incluso por la Corte Suprema, que habría excedido sus atribuciones definiendo políticas públicas y, luego, a pesar de un diluvio de interpretaciones distintas, incluida la de su vocera, concluyó que no había nada que aclarar. Suena a escurrir el bulto, pero lo entiendo. Es su forma de devolver a gobierno y Parlamento una responsabilidad que siempre fue de ellos: que no laven sus manos endosando responsabilidades a la Corte. O sea, los fuerzan a legislar. Por años han eludido hacerlo. Ahora se les acabaron el tiempo, las excusas y los chivos expiatorios.
Somos demasiados los abusados. Millones no saben cómo les afectarán sus derechos sociales a la salud, mientras hacen gárgaras constitucionales con ellos. Adultos mayores y familiares suyos se preguntan cómo solventarán su futuro médico. Clínicas privadas advierten sobre las consecuencias de las enormes deudas que mantienen con ellas las Isapres; en tanto en algunas comienza a exigirse pago completo, para que luego el paciente recurra directamente a su Isapre para cobrarle su parte. El Colegio Médico alerta lo que está ocurriendo, porque está viendo afectada la demanda de consultas y tratamientos; y, por ende, se deteriora la calidad y esperanza de vida de quienes necesitan atención. Tampoco sabemos las consecuencias internacionales que tendría esta crisis en Isapres de propiedad de inversionistas extranjeros de envergadura global; y varias ya dieron primeros pasos para demandar ante el Ciadi.
Sin embargo, y si bien toda la política tiene responsabilidad en estos abusos, los costos de lo que ya ha comenzado a ocurrir no lo pagan todos por igual. Para la ciudadanía, lo que ocurra será siempre más culpa del gobierno que de la oposición. Fue una ilusión de la cuenta presidencial creer que podía endosar a la oposición el CAE, la “deuda histórica” y otras promesas, condicionando su pago a la reforma tributaria. Es no entender las cosas. Siempre, toda crisis será pagada principalmente por quienes gobiernan. También esta de las Isapres.
Por Óscar Guillermo Garretón, economista
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