Columna de Óscar Guillermo Garretón: Son 10, no 30... pero pueden ser más

Democracia Viva


Pongamos algo de contexto. Llevamos 10 años discutiendo de nueva Constitución, en que la sociedad, su política y economía no saben cuál es la institucionalidad que regirá mañana. Hace unos 10 años que discutimos sobre pensiones y si bien hay avances, continúa la espera ciudadana. En estos 10 años, el presupuesto de salud ha aumentado en un 84%, ¿hay mejora equivalente en la salud pública? En 10 años el presupuesto de educación ha aumentado un 45%, pero mientras el de educación terciaria (universitaria y profesional) más que se duplicó (104%de aumento), la preescolar, primaria y secundaria solo creció un 36%, o sea, perdió peso aquello que todos piden priorizar. La prensa informa que unas 90.000 personas se han incorporado al aparato público durante este gobierno y no se han caracterizado por aportar profesionalismo y probidad al Estado. Agreguemos 10 reformas tributarias en los últimos trece años gravando más a unos pocos que invierten, y terminan haciéndose insuficientes a corto andar. Se sabe: recaudaciones que desalientan inversión, son incapaces de resolver demandas sociales crecientes. En estos 33 años, el 80% de los mayores recursos del Estado provienen del crecimiento y solo un 20% de las sucesivas reformas tributarias.

¿Les parece extraño que la política sufra un total desprestigio luego de estos 10 años en que pasaron por el gobierno derechas e izquierdas incluida aquella debutante, dizque “joven y pura”?

A mí no, y con esa mochila llegamos a estos tiempos. Antes se denunciaban platas privadas a políticos: Penta, SQM, etc. Ahora parece ser la privatización a mansalva del Estado chileno; no hay un peso privado en juego. Tampoco recuerdo saqueos de esta envergadura. Vamos en $15.000 millones investigándose y pueden aumentar. Cada día se agregan nuevos casos e informaciones insólitas, sugiriendo formas de delito organizado. Que no hubo boletas de garantía, que en Democracia Vida fue el seremi quien los empujó a tomar esa plata; que en el sur ante la investigación de $1.200 millones, un directivo dice impávido que esa plata simplemente “no está”; luego sabemos de las compras de lencería en Zara y otras tiendas de marca, de una organización ligada a una excandidata que en campaña denunciaba airada la desigualdad, la pobreza y el neoliberalismo. Ahora nos enteramos que en tiempos del ministro Jackson, Segpres eliminó las auditorías para supervisar transferencias a fundaciones como las cuestionadas. Y falta: hay regiones donde la fiscalización aún no ha llegado. También escasean renuncias, presos y políticas de reorganización de un Estado descompuesto.

¿Qué dirá la gente ahora? Miren América Latina y reaccionemos. Las espirales de crisis degradan a las naciones y mientras más duran, más difíciles de revertir. Hay varias que superan los 25, 50 y hasta más años. Nosotros llevamos al menos 10.

Por Óscar Guillermo Garretón, economista