Columna de Pablo Allard: Regalos para la ciudad

MUT DRON APOQUINDO TOBALABA EDIFICIOS


En este día en que celebramos la Navidad, pese a las dificultades de un año especialmente duro para el sector de la construcción, la vivienda y la ciudad, es tiempo de reconocer aquellas buenas noticias que nos han regalado nuestras ciudades.

Partamos por los centros urbanos de nuestras ciudades que, si bien aún no vuelven al nivel pre estallido-pandemia, comienzan a recuperarse gracias al esfuerzo de vecinos, comerciantes, emprendedores y algunas autoridades. Aquí destaca el acuerdo final para el rediseño de Plaza Baquedano, mejorando su entorno y manteniendo sus elementos identitarios (apelo a que vuelvan también el general y el soldado desconocido). En esta línea, uno de los mejores regalos fue el plan de limpieza y restauración de fachadas de la Alameda, un aporte más que estético, sanador; ya que al desaparecer el rayado y la consigna violenta, se disipa el miedo y aparece la virtud cívica. Lo mismo con la reapertura del café literario del Parque Bustamante, eso sí, incluyendo un sutil blindaje que nos recuerda que debemos seguir alerta, ya que esta paz puede ser pasajera.

Un regalo inesperado vino de manos de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, donde volvimos a salir a las calles a celebrar una fiesta ciudadana, con una organización y producción impecables. Dejando como legado una decena de recintos e instalaciones deportivas nuevas o actualizadas de primer nivel, y una magnífica Villa Panamericana en Cerrillos que hoy, post juegos, fija un nuevo estándar de calidad para la vivienda de integración. Al igual que la limpieza de fachadas, lo que más animó el espíritu fue ver a los miles de atletas y delegaciones desplazarse seguros por la ciudad en el Metro, cantando y celebrando, lo mismo con los estadios, que volvieron a llenarse de niños, niñas y familias, dejando atrás la imagen de violencia y miedo a la que nos tienen acostumbrados los barra-bravas.

Metro también nos regaló la extensión de las líneas 2 y 3 hasta San Bernardo y Quilicura respectivamente, y el avance de la línea 7. Asociado al Metro, en ámbito inmobiliario destaca la apertura del Mercado Urbano Tobalaba (MUT), un complejo de usos mixtos que articula un verdadero nodo urbano intermodal, así como el Núcleo Viviendas San Diego que recupera y activa el tradicional barrio de la ex fábrica Johnson’s Clothes.

En infraestructura, y luego de más de 10 años de estudios, se iniciaron las obras del tren a Batuco y el teleférico Bicentenario, que unirá Providencia y Huechuraba. Se adjudicaron las obras de la nueva ruta Orbital Sur y se avanza raudamente en trabajos para mejorar el acceso y uso eficiente del agua y plantas desaladoras a lo largo de todo el país.

Finalmente, en regiones destacan una serie de iniciativas de planificación participativa como el CityLab Biobío en Concepción, y “la Ciudad que queremos” en Iquique-Alto Hospicio lideradas por autoridades locales, el sector privado, la academia y la Corporación Ciudades. Instancias de diálogo y planificación a largo plazo que nos permiten salir de la contingencia y proyectar mejores futuros para nuestras ciudades.

La ciudad no se hace sola, detrás de cada edifico que aporta, de cada plaza con sombra, de cada barrio vital y cada espacio memorable hay alguien que lo pensó, que lo diseñó, que invirtió o que luchó para sacarlos adelante, a todas esas personas, gracias por sus regalos para la ciudad.

Por Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura UDD

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