Columna de Pablo Pincheira: Sacando al pizarrón a los agoreros del pesimismo

En las últimas semanas, las cifras de actividad económica en Chile han estado en el centro del debate político y económico. En paralelo, se ha hecho eco de la expresión “agoreros del pesimismo” para referirse a los pronósticos supuestamente negativos de ciertos economistas de la plaza. Sin embargo, ¿realmente son tan pesimistas estos pronósticos? Para responder esta pregunta es necesario recurrir a datos y realizar un análisis riguroso. Con el objetivo de contribuir a este debate desde una perspectiva académica, realizamos un sencillo ejercicio: analizar el sesgo de los pronósticos de crecimiento del Imacec que nos ofrece la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de Chile.

Al revisar la historia completa de datos disponible (desde enero de 2000 hasta la fecha), se observa que la encuesta ha mostrado una tendencia a subestimar el crecimiento mensual del Imacec por un margen promedio de tres décimas. Este sesgo se ha intensificado, alcanzando casi cuatro décimas desde marzo de 2022. Para explicarlo de manera simple: si el crecimiento efectivo del Imacec es del 4%, la encuesta suele prever un 3,7%. Así, aunque existe un sesgo pesimista, este es moderado o lisa y llanamente pequeño.

Siguiendo con el análisis, y al examinar los 298 pronósticos mensuales, encontramos que 173 subestiman el Imacec, mientras que solo 125 lo sobreestiman. El error promedio de subestimación es del 1,3%, mientras que el de sobreestimación es del 1,1%.

Podría seguir aburriéndo con cifras de este tipo. Lo cierto es que la encuesta presenta un sesgo ligeramente pesimista, pero de moderada magnitud. Aún más, es posible que este pequeño sesgo pueda ser explicado en parte porque las cifras de actividad económica en Chile, y muchos otros países, pasan por varias rondas de revisiones, algunas de las cuales pueden tardar años en materializarse. Esto lo hemos podido apreciar con el Imacec del pasado septiembre, reportado inicialmente como 0%, y que ya ahora en diciembre se ha actualizado a un valor de 0,3%. Si las revisiones fueran mayoritariamente al alza, esto ayudaría a entender al menos parcialmente el sutil pesimismo en las proyecciones de la encuesta.

En conclusión, aunque el sesgo existe, su magnitud es insignificante frente al desafío central de Chile: la falta de un crecimiento económico sostenido, un problema que se ha agravado en los últimos años. Reactivar el crecimiento debe ser el foco del debate, ya que este impulsa el empleo, mejora los salarios, aumenta la recaudación fiscal y fortalece las pensiones, tanto por mayores ingresos laborales como por una mejor rentabilidad de los fondos acumulados. Recuperar este círculo virtuoso es clave para el desarrollo económico del país.

Figura 1: Crecimiento mensual del Imacec y pronóstico de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de Chile.