Columna de Patricio Domínguez R.: Pensiones: una ventana de oportunidad única

Cámara
Fotografía: Johanna Zárate Pérez


En las próximas semanas se discutirá en el Congreso una nueva reforma de pensiones. Sin embargo, con la inminente elección municipal, es probable que la discusión pública se desplace rápidamente a otro tema. Estamos, entonces, ante una ventana de oportunidad breve.

En caso de que no alcancemos acuerdo, este sería el tercer intento consecutivo que fracasa. Un importante daño al sistema democrático cuya legitimidad tarde o temprano descansa también en su capacidad de entregar soluciones a nuestros problemas colectivos. Por supuesto también haría un daño al sistema de pensiones que seguiría con una tasa de imposición baja y funcionando con importantes ineficiencias ya -transversalmente- documentadas.

El debate previsional tensiona al sistema democrático como pocos. Cuesta pensar en otras situaciones donde se toquen y vean amenazados los intereses de tantos grupos y de manera tan distinta: lo que quieren adultos mayores pensionados no necesariamente coincide con sus hijos en edad laboral activa e imponen consecuencias sobre nietos cuyo mercado laboral no sabemos bien cómo será. Es claro que eso se complejiza aún más con discusiones donde entra el rol del Estado, de privados y del sistema financiero en la economía en general.

Pero aunque con poco tiempo, estamos con un avance importante. La comisión técnica del Senado llegó a acuerdos que se veían muy difíciles de lograr como el aumento en 6 puntos porcentuales de la cotización y la licitación del stock de ahorro. Y aunque falta una serie de detalles, también hay acuerdos en principios que pueden ayudar a definir lo que resta del debate, como el componente de solidaridad que compensa a mujeres por mayor expectativa de vida, el seguro ante lagunas laborales y los fondos generacionales. Además, y solo por destacar algunos, hay acuerdo respecto de la necesidad de anclar la PGU balanceando un piso de estándar de vida y limitando el riesgo de crecimiento inorgánico que amenace la sostenibilidad fiscal del sistema.

Es cierto que no tiene sentido acelerar el tranco a tal nivel que corramos el riesgo de implementar una reforma con problemas. Pero también es cierto que, dada la configuración política del Congreso actual, lograremos pocos avances empujando el esquema ideal que tenga cada uno.

Para todos los actores políticos hay un riesgo adicional si no pasa nada. Además de los costos ya mencionados por mantener el sistema como está, se podrían preguntar por las características que tendría una futura reforma si esta fracasa. ¿Cómo va a ser la próxima propuesta que se ponga sobre la mesa? ¿Qué tipo de ciclo electoral se imaginan que viene donde ocurriría la reforma que esperan realizar?

Parece difícil alcanzar pronto otra situación con este nivel de consenso. La mesa técnica logró acuerdos en nudos claves que abordan la sostenibilidad del sistema, la competencia en la industria y delinea principios importantes para incorporar la solidaridad de manera efectiva y sostenible. Por eso, y aunque no están todos los elementos de mi reforma ideal, haría lo posible por no dejar pasar una oportunidad como esta.

Por Patricio Domínguez R., presidente ejecutivo de Espacio Público y profesor del Dpto. de Ingeniería Industrial UC

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