Columna de Patricio Hales: Esa izquierda que no lee a Ypi

Libro Lea Ypi, Libre
Lea Ypi, Libre


Esta escritora (5ª edición 2024) remece mi búsqueda socialdemócrata. Fue “pionera” comunista en Albania. Militante adoctrinada de infancia. Se fue del PC y sigue buscando. Maduró en la dolorosa transición del socialismo al capitalismo que, según ella, le permitió ser libre. ¿Se es libre en el capitalismo? De seguro, mucho más libre que en el socialismo. Quienes mantenemos pasión contra la pobreza y la injusticia social, nos identificamos con el final inconcluso de su libro sin recetas infalibles.

Algunos partidos gobernantes del Chile 2022-26 no parecen leer a Lea Ypi. Porfían sin perspectiva sistémica con identitarismos temáticos absolutizadores y confusos, mezclados con la valiente historia antidictatorial del PC, pero de arqueológica ideología. Están en su derecho, pero el resultado es esa izquierda refundacional que, a la chilena, imita a Tsipras, “Podemos”, Maduro y la ortodoxia PC, confundiendo a sus partidarios y a Chile. Quien sabe qué propondrá ese grupo al programa presidencial de la elección 2025. No será socialdemócrata porque en el PC subyace el sueño estatista y su Dictadura del Proletariado nunca negada. “…En 1990 el Politburó anunciaba que el pluralismo político ya no era delito punible, escribe Lea Ypi. Celebrarían elecciones libres. Su historia comunista remueve mis sueños y pesadillas: “Liberarse de esa omnipresencia del Partido fue como descubrir de repente que habías estado llevando una mordaza de la que no eras consciente… “…el Partido hizo algunas cosas bien”,… “pero también cosas terribles...”

Los pueblos del socialismo eligieron la libertad sobre su seguridad material precaria pero segura. Quienes, desde nuestro catolicismo solidario juvenil, pasamos al marxismo, combatiendo la miseria material, desatendimos las miserias éticas y políticas con que el socialismo deformó nuestros sueños del Hombre Nuevo. Repetíamos que los pobres solo perderían las cadenas del capitalismo explotador y no atendimos que con el socialismo perderían la libertad.

La libertad es la clave del libro de Ypi y no la incapacidad económica socialista. Tenía razón esa arquitecta que me replicó que en la RDA no vio pobreza. Esos pueblos no derrocaron el socialismo por mediocridad de su economía, sino porque impedía la libertad. Se enorgullecían de su socialismo sin mendigos, ni niños ni ancianos en la miseria, como aún tenemos en las economías de libre mercado. Cuentan que lo que los movilizó a derrumbar el socialismo, por una vida mejor, fue luchar por libertad, incluida la libertad de emprender. “Ahora existe la competencia para conseguir trabajo. Pero soy libre”, dijo su padre. Llegaron las empresas a Albania y apareció un nuevo término: estafas piramidales. Más del 50% de la población perdió sus ahorros. Saqueos, protestas, asaltos a cuarteles, guerra civil. Dos mil personas murieron en 1997. Su padre candidato a diputado descubre que ganar elecciones requiere dinero. “En la libertad pasan cosa buenas y malas”, dice su abuela.

Las certezas enceguecen a cierta izquierda chilena identitaria-leninista. Las hordas del estallido en Chile, deforman las demandas sociales, atropellan la libertad con violencia y bulling. La certeza doctrinaria de creernos vanguardia nos ungía en el PC de Chile, de una tranquilidad militante casi religiosa contra los enemigos del pueblo, nos bendecía hacia el partido único para eliminarles la libertad de prensa, de elegir, de crear, de trabajar. No lo hicimos con Allende, pero estaba escrito.

Conquisté mi libertad política cuando abandoné las certezas de la izquierda, trabajando para los éxitos de la Concertación. Éxitos que la derecha reconoce hoy para atacar a Boric.

Refuerza la convicción socialdemócrata recordar esa derecha que rechazaba reformas políticas y sociales, leyes de amarre, ley del cobre, senadores designados, recuperar empresas Corfo, demorando DDHH, dificultando reformas constitucionales. Reconozco que mayoritariamente esta derecha abandonó su alma golpista, ayudó a la estabilidad y facilitó importantes acuerdos.

Boric, aunque lejísimo del leninismo, prometió un programa refundacional, anti Concertación, que no ha podido aplicar; promovió esa fracasada propuesta constitucional que insinuaba señales totalitarias. Boric demuestra respeto y apego a la institucionalidad democrática, pero tolera correligionarios que desprecian nuestra democracia como burguesa y refundable. A veces pareciera que ciertos totalitarismos de sus partidarios fuesen el alter ego del Presidente Boric. Algunos, sin explicitar la dictadura del proletariado, la mantienen doctrinariamente. En Cuba los candidatos los designa el PC, pero el PC de Chile no lo considera dictadura, haciendo pedagogía política por omisión.

Boric no es totalitario, pero permite que en su gobierno y su coalición ejecuten cancelaciones. Persiguieron a Patricio Fernández por no obedecer la “verdad oficial” respecto a los 50 años del Golpe. Y qué decir contra quienes cargamos el estigma de los 30 años. Así construyen desprecio por la libertad. Los gulags y el ostracismo de antaño, hoy son las RRSS que anulan personas al margen del estado de derecho.

El camino socialdemócrata compromete un sistema económico libre, bien regulado por un Estado firme, con igualdad de todos en dignidad de vida, asegurando Democracia y Libertad. Lenin, en 1919 clarificó que comunistas y socialdemócratas son corrientes ideológicas y políticas irreconciliables. El PC de Chile, heroico contra la dictadura, defendió siempre la democracia pero aprovechando espacios, soñando transformarla en proletaria “el día que el triunfo alcancemos”.

Lea Ypi dice: “Antes que se desintegrara el Estado Socialista, se desintegró el lenguaje”, …”despareció el socialismo…Solo quedó la palabra libertad. Llegó como comida congelada y nos quedamos con hambre”.

Era más fácil en la Guerra Fría: un polo u otro.

Por eso me remece Lea Ypi. Obliga a crear.

Por Patricio Hales, ex diputado PPD.

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