Columna de Patricio Morales: Normalizar el país
Para algunos parece ser una mala noticia que el gobierno del Presidente Boric avance. Que rompa con los prejucicios de “izquierda radical”, “revolucionaria” o del peyorativo “chavista”. La previa de la cuenta pública presidencial del sábado 1 de junio ha tomado revuelo por una minuta “filtrada” de gobierno que centra los argumentos en haber “estabilizado” el país. Pero si uno revisa los argumentos, son bastante claros:
- Se ha contenido la inflación, que llegó a más de un 14% y actualmente es de 4%.
- La economía mejora sustancialmente sobre pronósticos catastrofistas. El Banco Central ajusta proyecciones sobre el 2% y Hacienda proyecta un 2,7%.
- Creación de 500.000 empleos que nos regresan a tasas pre pandemia.
- Ingresos irregulares son un 22% menor de lo registrado por el gobierno anterior.
- Se detiene la tendencia al alza de homicidios, que venía sin control desde hace 8 años.
- La violencia rural en la Macrozona Sur ha disminuido en un 46,2% desde 2021, y los detenidos han aumentado en 156%.
- La desigualdad, medida en base a gini, registra el nivel más bajo desde 1990.
- La pobreza disminuyó, en base a medición Casen, del 10,7% en 2020 al 6,5% al 2022.
Uno puede tener diferencias políticas, valóricas o emocionales; pero no puede tener diferencias ante los datos. Un gobierno que demuestra estos datos tras un estallido social, una pandemia y una crisis económica (y Europa en guerra), merece hablar de estabilización. A nuestro parecer este gobierno no solo ha estabilizado el país, lo ha normalizado.
Chile viene de ser la “Corea del Norte” del neoliberalismo luego de la dictadura militar. Los gobiernos de la Concertación reinsertaron al país en el mundo y buscaron impulsar, en nuestro modelo de desarrollo neoliberal, pilares de igualdad. La pobreza, la desigualdad y la política social en salud o educación fueron reducto de diversos intentos igualitarios. El gobierno del Presidente Boric no ha sido diferente en base a los datos entregados. Y lejos de ser un gobierno revolucionario o chavista ha llevado adelante una política de justicia social progresista con el Copago Cero, la Ley de 40 Horas, la Ley Papito Corazón, entre otras medidas. Y también ha mostrado una vocación progresista y moderna en materia económica con la Ley de Royalty, el sueldo mínimo de 350.000 a 500.000 pesos en dos años, la mediación del paro del Puerto Coronel, o la colaboración para destrabar el conflicto de la Fundición Huachipato. Algunos mantenían prejuicios negativos en materia económica, pero la evidencia muestra que pese a estas medidas de justicia social, la Inversión Extranjera Directa al 2023 alcanzó los 21.700 millones de dólares, el mejor registro desde 2015.
Este gobierno es una innovación, una coalición altamente diversa que congrega a liberales, verdes, socialdemócratas, socialistas, humanistas y comunistas. Un espacio que para el mundo desarrollado es un pacto de normalidad. Esto debiese tener esperanzados a los que buscamos un Chile más justo, igualitario y que no olvida que el futuro es creciendo y avanzando.
Por Patricio Morales, cientista político y ex presidente del Partido Liberal
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