Columna de Paula Walker: ¿A quién le importa Chile?

Gente
¿A quién le importa Chile? Andres Perez


Las fiestas de fin de año son un momento intenso de encuentros, promesas y balances. La familia y amigos son un test del clima de opinión de los ambientes que frecuentamos. En esta cena de año nuevo compartí con personas que no había visto nunca. Éramos un grupo diverso, entre 83 y 20 años. Gente del norte, centro y sur. Con ideas de izquierda a derecha, entusiastas y pesimistas. Después de comentar el clima y las obviedades de quienes no se conocen, hablamos sobre el país, la política y el futuro.

El primer acuerdo que tuvimos fue sobre el futuro. La idea de futuro que comentamos estaba relacionada con el tiempo pasado que a todos nos parecía más fácil, más amable, menos amenazante. Desde el pasado, para los más viejos, el futuro se veía entonces probable y hasta prometedor. Desde el presente, para todos, el futuro se ve incierto: cuesta más encontrar trabajo, comprarse una casa, tener una buena educación. Incluso, cuesta hasta leer: un 44% de las personas entre 16 y 65 años no entiende lo que lee, y somos el país peor evaluado de los que integran la OCDE, según el Programa de Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIAAC) de 2023.

Hablamos de la incertidumbre si alguien se enferma y está en el sistema público de salud, donde se atienden más de 16 millones de personas, que representan el 82% de quienes habitan Chile. Se tardó hasta 438 días en realizar una cirugía (por ejemplo, en la Región de O´Higgins), según datos del Ministerio de Salud, mientras la mediana de los tiempos de espera en el país fue de 255 días, dependiendo la especialidad de la cirugía.

Sin embargo, ni salud ni educación han logrado ser protagonistas de reformas modernas, eficientes, innovadoras y centradas en las personas. No están en la agenda política de lo urgente, a pesar de que sin ellas la proyección del modelo de desarrollo del país es muy pesimista. A esta altura de la conversación, el dueño de casa se preguntaba dónde estaba la política y a quiénes realmente les importaba Chile; en qué estaban los políticos de izquierda y derecha sin dedicarle tiempo y trabajo a los temas que son determinantes para sostener el desarrollo y enfrentar los años que vienen. Y aquí llegamos a nuestro segundo acuerdo: la política no está pensando en Chile, sino más bien en llegar al poder y repartirlo entre los propios.

La clase política, de izquierda a derecha, incluyendo sus extremos, acumula una deuda con quienes habitamos el país que crece exponencialmente. Pocos dirigentes y autoridades se atreven a valorar lo que hace el adversario político, muy pocos hablan con la verdad sobre la dificultad de los problemas que enfrentamos, la gran mayoría ofrece soluciones rápidas y están disponibles a decirlo a pesar de que saben que no es posible. Prefieren dialogar por redes a debatir con ideas y argumentar para encontrar soluciones para todos, y no solo para algunos. Esperemos que este 2025 reúna a quienes les importa Chile y los haga dialogar y ofrecer caminos sin atajos, aunque nos tome más tiempo llegar a destino.

Por Paula Walker, profesora Magíster de Políticas Públicas, Universidad de Chile

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.