Columna de Paula Walker: Ciudad Gótica
El director Christopher Nolan es el responsable de la trilogía sobre Batman que revitalizó al súper héroe creado en la década del 40. Con las películas Batman Begins (2005), The Dark Knight (2008) y The Dark Knigth Rises (2012) Nolan reinterpretó la historia de manera más oscura, realista e incluso política en torno al drama de las ciudades modernas asoladas por el crimen organizado. Una simbólica Ciudad Gótica está siempre bajo acecho. Y en su interior la corrupción, la política del show, villanos, un superhéroe luchando con su lado oscuro, empresas, policías y hasta la fiscalía compiten, trabajan, se hacen trampas y buscan alianzas para enfrentar al enemigo común.
Tras este fin de semana en Santiago, donde al menos 18 personas fueron asesinadas, nuestra propia Ciudad Gótica se encuentra en un momento crítico. No es nuevo el crimen organizado, no llegó con este gobierno, pero se está volviendo crónico y muchas autoridades han ignorado el problema creyendo que le toca al próximo gobierno, al próximo fiscal, al próximo Parlamento, al próximo Presidente.
Hasta que el Presidente Boric no llegó a ser Presidente, la seguridad no era un tema prioritario para su generación. Hasta que el Presidente Piñera no llegó a ser Presidente, no lograba comprender que tampoco la derecha pondría fin a “la fiesta de los delincuentes”. La derecha ha gobernado en dos ocasiones, y no se terminó con la fiesta de la delincuencia. Si seguimos con esta lógica del empate, podríamos pasar dos o tres gobiernos más (hasta 2040), culpándose unos a otros sin siquiera colaborar para resolver el problema.
Hemos visto cómo la llegada de un nuevo fiscal nacional ha permitido aciertos y despliegues que no se veían hacía tiempo. El proyecto Equipos de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) ha mostrado cómo se logran resultados con los mismos fiscales pero mejor planificados y con jerarquía de tareas. Podemos imaginar que pasaría si además se financiaran a más fiscales y se implementara con urgencia la fiscalía supranacional. Nadie se opone, pero tampoco apoyan decididamente.
El crimen organizado se enfrenta al menos con un mínimo de coordinación. Coordinación hacia el interior del gobierno (entre ministerios, nivel central con regiones, entre delegados regionales y gobernadores, entre servicios) y también hacia el exterior (parlamentarios, carabineros, policías, sociedad civil, fiscalía, universidades, ámbito internacional, Poder Judicial). Al parecer, eso sigue estando en el papel, pero cuesta mucho implementarlo. ¿Qué explica que al gobernador Claudio Orrego no se le convoque a la reunión de emergencia tras la matanza del fin de semana? No hay explicación razonable.
¿Cuál es la estrategia del Estado chileno en la prevención del delito, o en la política carcelaria, o el efectivo control migratorio? En las películas de Nolan, Batman resuelve los problemas. En la vida real sin colaboración desde la política, sin liderazgos institucionales jugados y sin transparencia en los indicadores, financiamiento y planes será imposible abordar este enorme problema.
Por Paula Walker, profesora Magíster de Políticas Públicas, Universidad de Chile