Columna de Paula Walker: El desafío de la cuenta pública
La cuenta pública es como un “chipe libre” que tienen los gobiernos para hablarle a la política y a la elite interesada en los problemas públicos, de los avances que han tenido durante un año de su gestión. “Chipe libre” porque cada gobierno elige el tono que usará, el largo del discurso, la distribución de los conceptos que les importan, cómo jerarquizan los problemas y los anuncios, los ejemplos que citan, la profundidad de sus palabras. “Chipe libre” porque nadie los puede interrumpir, la mayoría de los canales lo transmiten, pueden manejar la agenda por unos días y el resto opina y pregunta sobre lo que ellos plantean. La prensa pregunta a partir del discurso. Forma y fondo, igualmente importantes los dos, sobre todo cuando hoy una gran mayoría de las personas se informan solo por las redes sociales. Donde todo puede pasar.
¿Y cómo les ha ido a los presidentes y a la Presidenta Bachelet en sus discursos? Para la Presidenta su primera cuenta pública, de 2014, de su segundo gobierno, tuvo como propósito reiterar su espíritu reformador y trazar el camino que su gobierno quería para Chile. Las reformas, la despenalización del aborto y la lucha contra las desigualdades fueron sus principales mensajes. Estudios comparativos de los discursos de sus cuatro años muestran como el año 2014 fue donde se le vio más segura, más clara sobre lo que quería hacer, con más capacidad para liderar el rumbo del país, mayor comprensión de las necesidades de las personas y la mayor valoración sobre su capacidad para entusiasmar a las personas. Tras este discurso su aprobación subió 3 puntos porcentuales según Adimark. Sus otras cuentas públicas estuvieron marcadas por una contingencia política implacable que la afectó hasta el final del gobierno.
Para el Presidente Piñera, en su segundo gobierno, las cuentas públicas le permitían mostrar aquello que él buscaba fuera un sello para el sector: la capacidad para gestionar las cosas. Tras su primera cuenta pública, el Presidente aumentó en 6 puntos porcentuales su aprobación, según Cadem. Luego vinieron los problemas más severos producto del estallido social y la pandemia, lo que afectó en su evaluación. De hecho, la cuenta pública de 2021 no movió la aguja y la aprobación presidencial se mantuvo en 34% en la primera semana de junio, según Cadem.
En su primera cuenta pública el Presidente Boric dividió su discurso en cinco ejes y abordó temas como pensiones, educación, seguridad pública, inversiones y la nueva Constitución. De hecho, apoyó el borrador de la Carta Magna y aseguró que era legitimo votar a favor o en contra en el próximo referéndum. La aprobación del Presidente en 2022 tras su discurso aumentó 8 puntos, según la encuesta Cadem. Su segunda cuenta pública lo hizo subir 10 puntos porcentuales, llegando a 41% de aprobación, tras 3 horas y 36 minutos. Fue la cuenta pública más larga de los últimos años.
Las expectativas están muy altas con respecto a esta cuenta pública. No es un trabajo fácil sostener nuevamente un alza tras su discurso.
Por Paula Walker, profesora Magíster Políticas Públicas U. de Chile
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