Columna de Paula Walker: Los 17 millones
La candidata a alcaldesa de Las Condes, Marcela Cubillos, cuando dejó de ser ministra de Educación del gobierno del Presidente Piñera buscó trabajo en una universidad. La Universidad San Sebastián (USS). Ahí, le ofrecieron un sueldo de 17 millones de pesos para hacer cursos y otros trabajos de publicación de libros. Obviamente, la universidad privada tiene todo el derecho a contratar a los profesores que quiera, y contratar a figuras políticas para que impartan clases.
En paralelo, la candidata Cubillos eligió la comuna de Las Condes para ser alcaldesa y dicen que dejó muchos heridos en el sector de Chile Vamos (UDI, RN y Evopoli) por la manera ruda en que se hizo del cupo para la elección a la alcaldía. En su campaña, ha decidido no debatir. En CNN realizaron un debate para que la ciudadanía conozca las propuestas, y ella no fue. La otra candidata de Evopoli la invita a debatir las ideas de la derecha, y la deja esperando. Ni hablar de debatir con candidaturas de otro color político. Marcela no cuenta con tiempo para dialogar frente a sus votantes con personas que piensan distinto.
Volvamos a los 17 millones de su sueldo en la USS. ¿Cuánto ganan otros profesores universitarios? Según la página de transparencia, en la Universidad de Chile un académico e investigador, jornada completa, doctorado y con publicaciones de hace al menos 15 años, gana 12 millones. La rectora de la Universidad de Chile gana alrededor de 11 millones mensuales. Y el promedio de sueldos de profesores universitarios, según el presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, oscila entre 3,5 y 6 millones mensuales. El sueldo de la candidata Cubillos excede ampliamente el valor de mercado, y eso es lo que ha generado esta polémica.
Conocido el sueldo, la candidata decidió hablar. En su primer punto de prensa de campaña, se le vio molesta y mandó a una periodista a “calcular tú los impuestos que pago”. Optó por responsabilizar a la izquierda y decir que ellos pretenden “fijarme el sueldo”. Y aunque fue ministra de Educación, olvidó que la Superintendencia de Educación tiene atribuciones por ley para realizar una investigación administrativa sobre el uso de los fondos públicos que la USS recibe provenientes del pago del CAE, becas y otros fondos (45% de sus ingresos). La fiscalía abrió investigación contra la candidata, y el diputado Juan Antonio Coloma de la UDI apoyó esa investigación. Entre medio, el ex ministro de Interior Andrés Chadwick renunció a la misma universidad, aunque por motivos distintos: defenderse de las acusaciones del caso Hermosilla.
Los liderazgos políticos tienen una alta responsabilidad en el tono que usan, cómo responden a las críticas, cuán transparentes son con el financiamiento de sus campañas y cómo es la forma que gestionan los problemas, cómo debaten, si dan la cara y explican. El país necesita una clase política que busque el bien superior, que sepa conversar y encuentre el mejor camino al desarrollo de una comuna, la región o el país.
Por Paula Walker, profesora Magíster de Políticas Públicas, Universidad de Chile
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