Columna de Paula Walker: Partidos políticos e incendios

Gobierno reunión incendios


Las tragedias ponen a prueba a los gobiernos y el temple de sus equipos. La Presidenta Bachelet y los presidentes Piñera y Boric, han enfrentado duros momentos: terremotos, incendios, pandemias. Los megaincendios de 2017 han permitido que hoy el país tenga no solo más infraestructura para combatirlos (aviones, maquinarias, sistemas), sino experiencia acumulada en los equipos técnicos.

Sin embargo, los partidos políticos (todos) parecieran no acumular experiencia frente a las tragedias y no existe en su estructura interna un departamento de “empatía o sentido común” que les obligue a colaborar en causas que impactan a las personas. Lo pueden hacer porque les nace, o sumarse para recuperar algo de credibilidad en la opinión pública.

El gobierno invitó a La Moneda a los partidos políticos a comienzos de febrero. Todos con declaraciones de buena crianza: “este es el momento de la unidad”; “hay que apoyar al gobierno”; “dejar atrás las diferencias políticas”; “nos ponemos a disposición para colaborar”. Tras ese baño de buena educación, algunos líderes empezaron a mostrar la hilacha, y métale crítica: “ministra y subsecretaria están de vacaciones, ¿qué más puedo decir?”, declara Jorge Tarud, del Partido Demócratas; “familias afectadas van a enfrentar un marzo duro”, dice Diego Schalper, de Renovación Nacional; “momento delicado”, acota Diego Ibáñez, de Convergencia Social; “que no existan espacios a la improvisación”, puntualiza María José Hoffmann, de la UDI. Y la guinda de la torta, una foto del diputado Cristóbal Urruticoechea, muy natural, caminando entre las cenizas de una zona afectada, publicada en Instagram, culpando al gobierno de “tardía reacción y falta de plan para sacarnos del infierno”.

En la reunión con el gobierno, se les pidió ayuda a los partidos, porque faltan manos para llegar a toda la zona afectada. La ministra Vallejo dijo a la prensa que “los partidos pueden colaborar mucho”, explicando que tienen “militantes, juventudes políticas y capacidad para poder desplegarse”. En concreto, el gobierno pidió una “red de voluntarios”. Revisé las páginas web de los partidos y en ninguna de ellas hay una nota o un llamado a sus juventudes políticas a sumarse como voluntarios para ir a trabajar al sur. Una posibilidad es que realmente la crisis de los partidos sea tan grande que no tienen juventudes, o si tienen, son jóvenes muy dispuestos a encontrar trabajo en el gobierno nacional o regional, pero no tanto como para hacer voluntariado en esos territorios.

Los partidos participan por Twitter, o en la prensa, o la tele; o ponen una mesita frente a la sede de un partido y recolectan comida para mandar al sur. La crisis de los partidos se alimenta también de estos hechos, y aquí existe una oportunidad para enfocarse en la comunidad. Frente a temas angustiosos, urgentes, reales, hay un vacío de presencia y análisis político y son caldo de cultivo para el populismo o narcisismo ocasional de algún referente político.

Por Paula Walker, profesora Escuela de Periodismo Usach

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