Columna de Paula Walker: Ventanas: coherencia con el programa de gobierno
Por Paula Walker, profesora de la Escuela de Periodismo Usach
El programa del Presidente Boric señalaba claramente su posición con respecto a las zonas de sacrificio ambiental. Por eso, no debiera sorprender el apoyo que el gobierno le ha dado a la decisión del directorio de Codelco de cerrar la fundición Ventanas. Más bien se debiera felicitar la coherencia y el coraje que el Mandatario ha mostrado con lo que él mismo propuso.
El programa presidencial aseguraba que “varios sectores productivos necesitarán alternativas y soluciones para reemplazar algunos de sus procesos”. Agregaba que el “principio rector de toda transición de modelos productivos” sería la protección de los derechos de las trabajadoras y los trabajadores. Se describían las “Comisiones de Transición Justa” desde donde impulsarían procesos de reparación social y ambiental en comunidades vulneradas de manera participativa, enfocándose “de manera especial en la reconversión laboral”. Claro como el agua.
Sin lugar a dudas que la decisión de terminar con las zonas de sacrificio medioambiental en el país, que fueron creciendo a vista y paciencia de los gobiernos anteriores, requiere de estrategias muy coordinadas, participativas (como el mismo programa aseguraba) y convicción de parte de un gobierno que se autodefinió como ecológico. El Presidente está haciendo lo que comprometió.
La bahía de Quintero, donde está la fundición Ventanas, está saturada ambientalmente. Tiene contaminado el suelo y el aire. Se mueren los animales, las hortalizas, se contamina el agua y periódicamente las personas deben ir a los establecimientos de salud porque se enferman. Ese cordón industrial tiene 20 empresas, la inmensa mayoría privadas. La Corte Suprema acogió un recurso de protección por la violación al derecho de vivir en un medio ambiente libre de contaminación. La norma que deben cumplir las empresas ni siquiera es la norma de la Organización Mundial de Salud, es menor. Por eso los episodios de emergencia de salud se repiten una y otra vez.
¿Podría haber sido mejor el anuncio del gobierno? Claro que sí. ¿Podría haber coordinado mejor con alcaldes, trabajadores y otras autoridades? Claro que sí. ¿Podríamos esperar de los sindicatos de trabajadores de Codelco un apoyo al cierre de Ventanas? Claro que no, porque ellos hacen defensas corporativas de fuentes laborales, aunque saben que esa operación no es sustentable ni económica ni ambientalmente. Es posible que lo comprendan paulatinamente. Dependerá de las autoridades y su capacidad política.
La coherencia política tiene costos, y el actual gobierno lo sabe. Deberán apretar aún más a sus equipos, exigir mayor capacidad de coordinación, imaginar escenarios y preparar respuestas. Ser coherentes políticamente les permitirá sostener su programa y respetar la promesa de pertenencia a una nueva forma de hacer política. Los conflictos a veces son externos y otros se saben que vendrán desde hace tiempo, y pueden prepararse con anticipación. Ahí estará la clave.
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