Columna de Pedro Pellegrini: “Block para Dummies (Parte Final) - Despertando”
"La IA está transformando nuestra forma de trabajar y concebir los negocios. Hoy estamos recién presenciando el despertar copernicano de esta inteligencia que desafiará nuestras concepciones tradicionales y, en consecuencia, sólo aquellas empresas que despierten y se adapten más rápidamente serán las que estarán mejor posicionadas en el mundo futuro de los negocios".
En esta última entrega de esta serie de columnas, abordaré el tema de moda: la inteligencia artificial (IA), que fácilmente podría equipararse a una revolución copernicana en el paradigma en que hoy operan las empresas. Muchos aún no perciben que esto implica un cambio absoluto en las reglas del juego, pues ofrece oportunidades sin precedentes para mejorar la eficiencia y la toma de decisiones, dejando en el camino a quienes no se adapten.
La IA, a través de algoritmos y modelos matemáticos complejos, extrae conocimientos valiosos de grandes volúmenes de datos, lo que facilita la toma de decisiones e identifica patrones y tendencias. Esto abre un abanico de posibilidades, desde la atención al cliente hasta la logística y la gestión de recursos humanos; automatizando tareas repetitivas y liberando a los empleados para actividades de mayor valor.
La implementación de la IA en la empresa plantea importantes desafíos éticos y laborales. Internamente, se deben abordar temas como la privacidad y transparencia de los datos, así como el impacto en el empleo y la necesidad de reconvertir habilidades. Externamente, esta tecnología está transformando la interacción con los clientes a través de “chatbots” y personalización en masa, mejorando continuamente el servicio y comprendiendo los patrones de comportamiento mediante análisis predictivos, lo que cambiará drásticamente la experiencia del consumidor y reducirá la carga de trabajo de los equipos de atención al cliente.
Sin embargo, lo más difícil de su puesta en práctica, para aprovechar al máximo su potencial, estará en encontrar la combinación adecuada entre esta tecnología y el talento humano disponible. Este talento debe contar con habilidades que no son fáciles de encontrar en el mercado laboral actual. Además, se requiere establecer un sólido marco ético para garantizar el uso responsable y seguro de esta tecnología, evitando así afectar la reputación empresarial.
Al igual que la teoría heliocéntrica cambió nuestra comprensión del universo, la IA está transformando nuestra forma de trabajar y concebir los negocios. Hoy estamos recién presenciando el despertar copernicano de esta inteligencia que desafiará nuestras concepciones tradicionales y, en consecuencia, sólo aquellas empresas que despierten y se adapten más rápidamente serán las que estarán mejor posicionadas en el mundo futuro de los negocios.
*El autor es abogado y director de empresas, socio Guerrero Olivos.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.