Columna de Pedro Pellegrini: “Block para Dummies (Parte I)”
"Los desafíos que esto representa para las empresas y sus negocios podrían resumirse desde su integración con los sistemas existente, la capacitación en el tema, la resistencia a cambiar los paradigmas y hasta la falta de regulación legal de estas tecnologías. Sin embargo, si se abordan de manera efectiva, se puede aprovechar el potencial de estas tecnologías para mejorar las operaciones y ofrecer soluciones innovadoras a los clientes. "
En al ámbito de los directorios de empresas poco se habla y se conoce del futuro de los negocios digitales. Por eso, a pesar de mi ignorancia socrática y como un buen Dummy, intentaré con estas líneas explicar algo de su importancia, porque sin darnos mucha cuenta se está transformando la manera en que interactuamos con la Internet; generándose nuevas oportunidades y desafíos de negocios en diversos sectores, como las finanzas, el gobierno, la educación y la atención médica, por sólo nombrar algunos.
La Web 3.0 se refiere a la próxima generación de Internet que ya está reemplazando, descentralizando y mejorando la actual. Este cambio ocurre por la rápida incorporación de las nuevas tecnologías como el Blockchain y el uso de criptomonedas, la inteligencia artificial o “inteligencia semántica” y la llamada “internet de las cosas” o “IoT”; sistemas que apuntan a crear un ecosistema digital mucho más seguro y eficiente; con un mayor control sobre los datos; con aplicaciones sin intermediarios; y, con el uso de la inteligencia artificial que permite una búsqueda, comprensión y análisis más preciso y personalizado de toda la información en la Web.
El primer concepto importante -que, con algo de cinismo, muchos dicen entender-, es el de la cadena de bloques o Blockchain. Para comprenderlo mejor, es útil imaginarlo como un encadenamiento de libros de registro digital que van guardando la información de forma segura y ordenada, en donde cada bloque contiene una lista de datos o transacciones, que está conectado al bloque anterior y así sucesivamente. Es precisamente esta inter-conexión en cadena, que usa un código criptográfico llamado “Hash”, distribuida entre muchas computadoras llamadas “Nodos”, que siguen un protocolo de consenso conocido como (Proof of Work), la que hace que sea prácticamente imposible cambiar o manipular esa información porque ésta no se encuentra en un solo lugar.
El uso práctico de las plataformas de Blockchain y sus protocolos (como la de Ethereum), ha servido de base para la creación de las criptomonedas, como Bitcoin (existen más de 10 mil), pero que también puede usarse en otros ámbitos, como los Smart Contracts (o contratos inteligentes), que son programas de computación en bloques, que se ejecutan automáticamente cuando se cumplen ciertas condiciones preestablecidas. Estos contratos (que podría ser por ejemplo el del arriendo de una casa) están diseñados para facilitar, verificar y hacer cumplir los acuerdos o transacciones entre las partes, sin la necesidad de intermediarios -como los bancos, abogados o notarios-, reduciendo los costos y aumentando la confianza en muchas transacciones.
Los desafíos que esto representa para las empresas y sus negocios podrían resumirse desde su integración con los sistemas existente, la capacitación en el tema, la resistencia a cambiar los paradigmas y hasta la falta de regulación legal de estas tecnologías. Sin embargo, si se abordan de manera efectiva, se puede aprovechar el potencial de estas tecnologías para mejorar las operaciones y ofrecer soluciones innovadoras a los clientes. Como siempre, los primeros Dummies que ya se están atreviendo a innovar de manera correcta, serán los que más beneficios obtengan.
* El autor es abogado y director de empresas, socio Guerrero Olivos.
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