Columna de Ricardo Abuauad: Ciudad ficción

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Una columna a mitad de enero: ¿aún a tiempo de hacer propósitos para el año? ¿Y si el 2024 fuera extraordinario para nuestras ciudades?, ¿y si pudiéramos revertir algo de las crisis que las afectan? ¿Cómo sería la columna que cuente esa historia, la que habría que escribir en un año más? Ensayemos entonces ese texto para enero de 2025:

“El año recién pasado fue notable, y la calidad de vida de los chilenos que viven en ciudades (casi todos) así lo muestra. A pesar de que en 2023 el Minvu tuvo graves problemas que entorpecieron su gestión, en 2024 esos asuntos se resolvieron, y el Plan de Emergencia Habitacional avanza bien. Pero no solo se han construido viviendas en todo Chile, sino que ellas se instalaron en barrios bien equipados, con espacio público, servicios, oportunidades y empleos. Las familias que viven en ellos disfrutan de una calidad de vida que habría sido impensable hace un año.

La amenaza de la violencia parece mucho más controlada. Lo que parecía imposible se logró combinando una acción policial renovada con proyectos de ciudad que sacan a los jóvenes de las calles. Los nuevos centros en los barrios y periferias ofrecen actividades para ellos, deporte, recreación, cultura, alejándolos del peligro.

Y eso no es todo: siguiendo lo hecho en la Alameda de Santiago en 2023, en los ejes más importantes de nuestras ciudades también hubo limpieza de fachadas, que ahora sus habitantes valoran y cuidan. La transformación de Baquedano muestra los primeros avances, igual que la recuperación de las iglesias vandalizadas del sector. El centro histórico de la capital se ve limpio, cuidado, lleno de vida. El comercio ambulante está en franca retirada ya que los distintos agentes encargados de controlarlo actuaron en conjunto. Por eso, los comercios regulares volvieron a abrir en gloria y majestad en 2024, y las calles se ven animadas y alegres: fue extraordinario verlas bullentes durante las compras navideñas de diciembre.

Nuestro Valparaíso, tan alicaído durante años, está en franca recuperación. Los planes de rescate del Barrio Puerto, del Almendral, de los cerros, están en marcha. Las inversionistas vuelven, confiados en el futuro. Se recuperan edificios históricos con familias que quieren habitarlos, atraídos por este auge. Lo mismo en las ciudades del norte, del sur.

Como los lechos de los ríos y quebradas se limpiaron a tiempo, los desastres estacionales casi no existieron. Los vertederos irregulares son pesadillas del pasado, y en donde antes estuvieron se hacen hoy planes de saneamiento. Como se plantaron grandes cantidades de nuevas áreas verdes, los efectos del calentamiento fueron más suaves en las comunas más desfavorecidas. Las nuevas obras para mejorar el transporte público tendieron a cambiar la manera de moverse. Se comienza a nivelar la cancha: ¡el 2024 fue sin duda alguna un gran año!”.

¿Le parece que lo que acaba de leer es utopía, ciencia/ficción, ciudad/ficción? ¿Lo ve imposible? Es nuestro deber que no lo sea. ¡Por un gran 2024!

Por Ricardo Abuauad, decano Campus Creativo UNAB y profesor UC

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