Columna de Ricardo Abuauad: ¿Dónde, cómo, quién?

Javiera Toro


A la espera del plan de reconstrucción anunciado para estos días, algunas preguntas inevitables: ¿estamos preparados para enfrentar catástrofes?, ¿hemos aprendido de las muchas que nos han tocado? Las respuestas del pasado, buenas o malas, ¿han dejado enseñanzas? La verdad, la situación puede resumirse así: un “dónde” poco claro, un “cómo” sin acuerdo previo, y un “quién” disperso. Nuestro sistema urbano no está preparado. Veamos.

El mundo de la salud, a modo de comparación, sabe reaccionar a las crisis (un paciente enfermo, una urgencia). Está preparado para dar respuesta rápida, precisa, coordinada. ¿“Dónde” se resuelve? Hospitales, consultorios, postas, centros con diferentes niveles, donde se integran espacialidades, con todo lo que se necesita. En este caso, el “dónde” es conocido por todos, y no cabe duda sobre la forma en la que opera.

¿Y el “cómo”? ¿Qué se hace frente a una crisis, cómo se procede? Los protocolos y conductas se discuten, se revisan, se publican, se perfeccionan. Hay un conocimiento acumulado, dado por la investigación y la experiencia. Por último, ¿“quién” está a cargo de qué? Esto no admite dudas: los profesionales y equipos tienen funciones, ámbitos y formas de interacción entre ellos precisos.

¿Y en las crisis urbanas? ¿El “dónde”, en este caso? Una serie de instancias de decisión fragmentarias, con poca integración (ministerios, municipios, gobiernos regionales) o improvisadas (como el “gerente técnico”). ¿El “cómo”? Las respuestas son caso a caso, y aprender de la experiencia previa depende de las buenas voluntades, no de un sistema pensado para construir conocimiento. ¿El “quién”? Las grandes aglomeraciones urbanas se encuentran atomizadas, divididas en comunas, sin gobierno metropolitano. ¡No hemos perfeccionado un mecanismo fiable de reacción, de traducción de lo que se ha aprendido a normas y protocolos!

Hay contraejemplos, sin embargo, como los sismos: cada nuevo terremoto ha permitido perfeccionar la norma sísmica, al punto que hoy es fiable y referente mundial. Eso mismo, frente a las otras crisis, prácticamente no se ha producido.

¿Soluciones? Un “dónde” con saberes integrados, interdisciplinar, de mirada de largo plazo, una agencia de ciudad como las que existen en muchas partes del mundo, donde se reúne el conocimiento y la acción sobre una urbe en particular. Un “cómo” predefinido, un conjunto de acciones y procedimientos con una secuencia, con herramientas y recursos conocidos: es lo que en otros contextos se conoce como proyecto urbano. Y, por último, un “quién”, una autoridad metropolitana con las atribuciones necesarias.

La analogía con el mundo de la salud tiene sin duda sus límites, y las cuestiones urbanas nunca alcanzarán el grado de certeza que tiene la ciencia médica. ¡Pero estamos en el otro extremo, aquí acumulamos muy poco saber! Como dijo el tres veces ganador del Pulitzer Archibald MacLeish: “hay una sola cosa más dolorosa que aprender de la experiencia, y es no aprender de la experiencia”.

Por Ricardo Abuauad, decano Campus Creativo UNAB y profesor UC