Columna de Ricardo Abuauad: ¿Y el anuncio?

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Por Ricardo Abuauad, decano del Campus Creativo UNAB y profesor UC

¿Qué plan hay detrás de quien se postula a la alcaldía de una comuna en deterioro? Se cumple un año de la llegada de Irací Hassler a Santiago y la reelección de Jorge Sharp en Valparaíso, con desafíos enormes. Un año no es tiempo suficiente para remontar la crisis, pero sí para interrogarse sobre el camino emprendido y las luces o sombras que éste arroja.

La historia de la ciudad enseña que los problemas graves pueden ser también una oportunidad. El deterioro de las urbes industriales permitió un nuevo impulso del urbanismo y con él los avances de Barcelona, Londres o Viena. Lo mismo ocurrió con el terremoto de San Francisco, el incendio de Chicago, el bombardeo de Berlín, la violencia de Medellín.

Está claro que la recuperación depende de muchos factores, varios de los cuales escapan al edil. Dicho eso, ¿qué se espera del primer año de quien se postula, o repostula, y gana una alcaldía así? En mayo de 2021, en la columna “Valparaíso, una oportunidad”, ensayé una respuesta que repito aquí: un proyecto que instale un relato común capaz de convocar y reunir, detrás del cual seguramente se alinearán la sociedad civil, los grupos de opinión, centros de reflexión y ciudadanos de a pie.

Pero, a un año, no se vislumbra ese plan, que se necesita con urgencia. No hay antecedentes de una propuesta integral capaz de detener la fuga de actividades de los centros, de dar confianza a los locatarios y habitantes, de atraer visitantes, de devolver espacios públicos a sus usuarios. No se ha construido ese relato, ese proyecto urbano que anime a invertir y permanecer, esas alianzas públicas y privadas, esa convocatoria para la cual el primer año es clave. ¿Dónde está ese anuncio, cuya implementación debería llenar los años restantes de sus respectivos mandatos?

Con escasas atribuciones, pero con más determinación, Orrego ha impulsado ya la vuelta del proyecto Alameda-Providencia, una importante inyección presupuestaria para la recuperación del centro, y varias otras iniciativas que hablan de visión de ciudad. Algunas de ellas deberían beneficiar a la comuna central (Santiago 2050, entre otras), pero la recuperación de los cascos históricos de Santiago y Valparaíso requiere de un plan a la escala del total comunal, conducido por sus ediles, con principios claros, certezas y plazos. Porque, si no es eso. ¿entonces de qué se trata la gestión de un alcalde cuyo territorio evidencia ese grado de deterioro? ¿Cuál es, en suma, la propuesta de estos alcaldes, esa que justificaba el asumir tamaño desafío? Un año, que es muy poco para revertir la crisis, es demasiado para no tener noticias de esto.

Porque la historia muestra que, antes o después, con las autoridades actuales o con las que vengan, alguien con la visión necesaria liderará ese cambio, aprovechará esta oportunidad, dejará una huella. Un plan claro, uno que convoque; lamentablemente, es eso o ser recordado como quién llegó al puesto solo para acompañar (y, por acción u omisión, en ocasiones agravar) el declive.

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