Columna de Roberto Araya: ¿Qué enseñar para un mundo dominado por la IA?

Inteligencia artificial.
Imagen referencial


La inteligencia artificial (IA) está cada vez más omnipresente en nuestros hogares y en nuestros trabajos. Ya nos ayuda a tomar decisiones, a realizar tareas, a redactar, a cuidar nuestra salud, a elegir autoridades y a aprender cosas nuevas. Las interacciones entre humanos y agentes artificiales están comenzando a explotar. Esto plantea un desafío fundamental de confianza: ¿podemos confiar en estos agentes artificiales? ¿Nos manipularán? ¿Qué pasa si están diseñados para servir a intereses de terceros?

Cada día aterrizan nuevos y más poderosos agentes artificiales. No son extraterrestres, pero son muy diferentes a nosotros. No temen a la muerte, no necesitan encontrar pareja ni reproducirse, no tienen apegos emocionales, tienen una cognición ilimitada y aprenden unos de otros al instante. Pero nuestros cerebros evolucionaron para confiar en pequeños grupos de personas, con una psicología similar a la nuestra. Son mundos realmente diferentes. Los agentes artificiales tienen una psicología nunca antes vista en todo el reino animal.

Para afrontar este desafío, los ciudadanos necesitan comprender la psicología básica de los agentes artificiales. Esto significa aprender un conjunto básico de modelos matemáticos y computacionales sobre cómo aprenden, cómo deciden, cuáles son sus potenciales sesgos, y cómo se comportan los agentes con IA.

A medida que crece la capacidad de la IA, los ciudadanos que no entiendan la psicología de los agentes artificiales estarán con una creciente desventaja. Serán más susceptibles a ser manipulados y explotados por otros y sus agentes. Ya estamos en una carrera armamentista por desarrollar y poseer mejores agentes, y, por lo tanto, si no actuamos explotará la desigualdad.

Para evitar o controlar este escenario, es importante que los ciudadanos tengan la oportunidad de aprender sobre la psicología de los agentes artificiales. Esto debería ser parte del currículo educacional de todos los países. Un lugar natural por donde comenzar es el currículo de matemática, pues la psicología de los agentes está determinada por modelos matemáticos. La revista de la asociación de educadores matemáticos de Singapur dedicó el último número al futuro de la educación matemática. Ahí propongo cómo empezar con IA desde primero básico. No hay que perder tiempo. Por eso, junto a la Southeast Asian Ministers of Education Organization (SEAMEO), que congrega a 11 países del sudeste asiático, ya comenzamos varios pilotos aplicando estas sugerencias desde primero básico.

La educación sobre la psicología de los agentes artificiales no puede demorar. Nos ayudará no sólo a evitar ser explotados, sino por el contrario, nos facilitará interactuar fructíferamente con los agentes artificiales. Debemos urgentemente comenzar a prepararnos para aprovechar el enorme potencial de la IA. Si lo hacemos bien lograremos un nuevo gran salto en desarrollo, alcanzando niveles de calidad de vida que cuesta imaginar.

Por Roberto Araya, académico Instituto de Estudios Avanzados en Educación / investigador CIAE, Universidad de Chile

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