Columna de Rodrigo Guendelman: Don Juan
Por Rodrigo Guendelman, conductor de Santiago Adicto de Radio Duna
Las vacaciones de verano son la parte del año en que los chilenos más interactúan con la arquitectura de Juan Sabbagh. Cada vez que vamos en auto camino al norte o al sur y paramos en una Copec para comer, ir al baño o cargar bencina, estamos viviendo la experiencia de una arquitectura que se pone en el lugar del cliente, la que junto a una brillante visión de los directivos de esa marca permitieron reinventar la idea de lo que era una estación de servicio. “En el caso de Copec fue interesante porque llegó una nueva administración con una visión particularmente adelantada en márketing: el problema planteado no es vender combustible sino atender bien a las personas. La necesidad es echar bencina, pero lo importante son las personas. Entonces, nos pidieron meternos en la mentalidad de la gente de la carretera”, explica el Premio Nacional de Arquitectura 2002 en el libro “Sabbagh Arquitectos” de Editorial Constructo, recién publicado.
Don Juan continúa con la explicación. “Copec años antes había hecho unos experimentos con unos baños, y cuando nos llega el desafío dijimos, a ver, cómo capturamos a las personas en la carretera, y definimos que a través de los baños se puede. Y eso se hizo pensando en que hay un tema de confianza, las personas debían tener confianza en que los baños estarían absolutamente limpios e higiénicos, que fueran seguros. Entonces ahí inventamos las 4 reglas: frío, luz sin sombra, el agua corre, nada se toca. Y junto con eso el quiosco de comida al paso. La gente no estaba acostumbrada, habían máquinas, y se generó ahí una relación muy armada entre la exhibición, la operación, la presencia, la imagen y una experiencia de usuario”. No hace falta profundizar en el éxito del proyecto. Las estaciones Copec se transformaron en la primera (y muchas veces única) prioridad para millones de chilenos.
Un caso comparable con el del arquitecto Norman Foster y la marca Olsen, me comentan Jeannete Plaut y Marcelo Sarovic, editores del libro sobre Sabbagh y fundadores de Constructo. “El proyecto Olsen involucró una infraestructura para una sede del sindicato portuario, en Selsdon Way, Canary Wharf, East London. Un espacio de descanso para los trabajadores portuarios con salas de juego y baños. El proyecto fue desarrollado en los inicios de la carrera de Foster a finales de los años 60. Llegó a invertir muchísimo más tiempo de lo que podría ser un proyecto rentable de arquitectura, incluyendo baños de alta calidad de diseño, paneles de aluminio y sistemas de prefabricación experimentales, comprometiendo incluso los propios honorarios del proyecto al invertirlos en la propuesta.El trabajo de Sabbagh Arquitectos con los baños camineros para Copec representa un inicio similar a finales de los años 80, una gran cantidad de esfuerzo en diseño en un proyecto considerado pequeño, como son los baños de carretera, lo que le permitió generar un prestigio a partir del reconocimiento público de un programa menor de infraestructura caminera de uso público”.
No es gratuita la comparación con Foster. Juan Sabbagh es uno de los grandes arquitectos de Chile. Fundamental en el desarrollo de la arquitectura industrial en las últimas cuatro décadas (Andina, Multiexport, Correos de Chile, Copec), la arquitectura educacional (15 sedes para DUOC), la arquitectura de recuperación y reciclaje (Megacentro Ochagavía, el ex elefante blanco), la arquitectura patrimonial (DUOC Alonso Ovalle y DUOC Palacio Cousiño en Valparaíso) y la buena arquitectura que representa a Chile en el mundo (Pabellón de Chile en la Expo Shanghai de 2010). Un hombre que lidera hoy una oficina familiar de prestigio, conocido por su independencia y fuerte carácter, y quien a pesar de haber logrado el primer lugar en la última votación para ser presidente del Colegio de Arquitectos, no es el líder de esa organización. Los invito a conocer a don Juan, un crack de la arquitectura, en el muy buen libro publicado por Constructo.