Columna de Rolf Lüders: ¿Mala política pública o acuerdo razonable?
El Presidente Boric anunció un acuerdo entre Corfo, Codelco y Soquimich (SQM), mediante el cual una nueva empresa conjunta -en que Codelco tendría el 50% más una acción y SQM el resto- podría aumentar significativamente la producción de litio. El acuerdo estipula que la flamante empresa será administrada por SQM hasta el año 2030 y que luego esa responsabilidad recaería en el directorio de la nueva empresa, en que Codelco tendría mayoría absoluta.
La reacción frente a este acuerdo ha sido más bien positiva. Se ha enfatizado que esta solución permitiría aprovechar -al menos parcialmente- la actual coyuntura del mercado del litio. Las críticas se han centrado en la falta de un proceso de licitación y en lo irónico que resulta ser un acuerdo del actual gobierno con una empresa liderada por un yerno de Augusto Pinochet.
El Presidente destacó que mediante este acuerdo la extracción del litio la realizarían chilenos para beneficio de todos los chilenos. Implícita en esta aseveración está la idea de que la explotación de ciertos recursos la debe hacer necesariamente el Estado. Esta concepción es errónea.
La evidencia empírica y la teoría del agente (administrador)-principal (dueño) sugieren que -tratándose de mercados razonablemente competitivos, como lo son aquellos del litio- las empresas privadas tienden a ser más eficientes que las públicas. Los motivos para ello son múltiples, pero destacan los incentivos inapropiados y la injerencia de la política partidista en el manejo de las empresas públicas. Es más, empresas conjuntas como la propuesta tienden a ser incluso menos eficientes que las 100 por ciento públicas, porque el socio privado utiliza a su contraparte para obtener privilegios otorgados por el Estado. En estas materias refiero a los lectores al trabajo pionero de Vickers y Yarrow (1988), al resumen de la literatura de Paniagua (Revista Enfoques,2022), y al libro que escribimos sobre el caso chileno con Dominique Hachette (1992).
Alternativamente, considere -entre otras- las cuantiosas pérdidas de la mayoría de las empresas estatales, el exceso de endeudamiento de Codelco, y la ineficiencia de muchos de los servicios públicos, y fórmese su propia opinión.
En definitiva, lo eficiente es que el litio lo exploten empresas privadas, competitivas, reguladas en lo conveniente, y sujetas a una tributación tal que el Estado -el país- efectivamente recaude las rentas del negocio. Al respecto, Chong y Lora (2007), analizando el caso de varios países de la región, incluyendo a Chile, encuentran que las privatizaciones sí han contribuido a aumentar el bienestar de las poblaciones.
El acuerdo propuesto no es el óptimo, pero es quizás lo mejor que bajo este gobierno se pudo alcanzar. En un futuro no tan lejano quizás se pueda privatizar la empresa conjunta.
Por Rolf Lüders, economista
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