Columna de Santiago Montiel: Habilidades en adultos, lecciones de política educativa
¿Se puede aprender más con menos años de colegio? Parece que sí. Hoy se publicaron los resultados de la Encuesta sobre Habilidades en Adultos y los resultados son desoladores. Los trabajadores chilenos obtuvimos el peor puntaje de todos los países de la OCDE. Afortunadamente no todo está perdido, la misma encuesta muestra un camino para mejorar. Spoiler: no lo estamos siguiendo.
La OCDE clasifica en 5 niveles (del 0 al 4) a los trabajadores según el nivel de habilidades que tengan. El nivel 2 -que se considera como suficiente- implica que un trabajador puede leer un texto relativamente largo, comprenderlo y hacer inferencias simples. Al mismo tiempo, puede hacer cálculos con decimales, porcentajes, fracciones, proporciones e interpretar gráficos simples (torta, barras, tablas). En suma, tiene habilidades de lectura y matemáticas básicas. Un 53% de los trabajadores de Chile no alcanza esos niveles. No sólo eso, sino que la capacidad de nuestro sistema para generar trabajadores de alta calificación (nivel 4) está siendo insuficiente. Sólo el 2% de los chilenos se encuentra en ese nivel, mientras que en promedio en la OCDE el 12% y el 14% lo logran en lectura y matemáticas.
Afortunadamente, no todo está perdido. Nuestras generaciones jóvenes (entre 16 y 34 años) obtuvieron puntajes significativamente superiores a las generaciones mayores (sobre los 45 años). La generación más joven obtuvo puntajes comparables con un trabajador promedio de Portugal o Polonia. Esto podría indicar que la capacidad de nuestro sistema educativo ha mejorado en el tiempo. Sin embargo, la mejora que muestran las generaciones jóvenes es modesta, aún estamos lejos de los países referentes en materia educativa. La clave está en donde se prioriza la política educativa.
Los 12 países con mejor rendimiento en lectura y matemáticas comparten el mismo rasgo: el puntaje que obtienen sus trabajadores con educación básica es superior al que obtienen los chilenos con educación media. Sí, leyó bien, obtienen puntajes superiores con algo así como cuatro años menos de estudio.
Esto implica que nuestra discusión de política educativa está fuera de foco. No basta con los años de escolaridad si no nos preocupamos -en serio- de la calidad que se brinda dentro de la sala de clases, ni desde qué año comienza la educación formal. ¿Cómo podemos sorprendernos que un titulado de la educación superior chileno tenga puntajes peores que los egresados de media de los países referentes si la discusión de política educativa de los últimos meses ha girado en torno a la condonación del CAE?
De una vez por todas, es necesario que pongamos el foco en una buena educación temprana y escolar. Las habilidades son multiplicativas, no aditivas; por ende, lo que se aprende en edades tempranas habilita y potencia aprendizajes en edades avanzadas.
Los niños y niñas primero. El resto, música.
Por Santiago Montiel, investigador de Horizontal