Columna de Teodoro Ribera: Acuerdo UE-Mercosur, alianza estratégica en un momento decisivo

LXV Mercosur Summit in Montevideo
Acuerdo UE-Mercosur, alianza estratégica en un momento decisivo. REUTERS/Mariana Greif


Tras 25 años de negociaciones, la Unión Europea (UE) y el Mercosur se encaminan a sellar un acuerdo comercial que abarca un mercado de más de 700 millones de personas, que aún debe sortear la incierta valla de las ratificaciones parlamentarias a uno y otro lado, pero que aun así retrata los empujes de una nueva multipolaridad en curso. Si para el Mercosur es un paso gigantesco, ya que pasará de acuerdos comerciales que cubrían menos del 9% del PIB mundial a casi el 45%, para la UE es un paso más hacia su reconfiguración como potencia global. Para Chile, este acuerdo impone el desafío de cuidar y promover la productividad alcanzada en estas décadas, observando los productos más expuestos frente a la competencia con el acuerdo Mercosur/UE.

El mismo permitirá la eliminación de aranceles por un valor aproximado de 4.000 millones de euros, favoreciendo especialmente a sectores clave de la industria europea como la automotriz, maquinaria, química y farmacéutica. En contrapartida, los países de Mercosur podrán impulsar sus exportaciones agropecuarias hacia Europa, diversificando sus mercados en un contexto global incierto. También reforzará la competitividad internacional de los bloques frente al avance de China, que ya se ha posicionado como el principal socio comercial de América del Sur. Un ejemplo emblemático del creciente poder chino en la región es el megapuerto de Chancay en Perú, una infraestructura clave en el Pacífico Sur.

Con todo, este acuerdo enfrenta obstáculos significativos. Un debilitado Presidente Macron (Francia) ha calificado el proyecto como “inaceptable” en su forma actual, mientras que el Presidente Milei insiste en promover tratados bilaterales de libre comercio con terceros países, desafiando el principio de unanimidad que ha regido históricamente al bloque.

Más allá de las cifras económicas, el acuerdo UE-Mercosur tiene un profundo significado político. En un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, proteccionismo y un resurgimiento del unilateralismo, el acuerdo simboliza un compromiso con la cooperación multilateral. Sin embargo, para la UE este pacto configura también una reacción a su pérdida de influencia en América Latina, principalmente por al avance de China como inversor y en el comercio bilateral con nuestra región. Diversificar mercados y proveedores resulta esencial para la autonomía estratégica europea, especialmente en sectores críticos como el tecnológico y el energético.

El acuerdo UE-Mercosur no solo busca fortalecer los lazos económicos entre ambas regiones, sino que también envía un mensaje político en un mundo fragmentado. Esta alianza podría redefinir las relaciones estratégicas globales, posicionando a Europa y América Latina como actores clave en la construcción de un orden internacional más integrado y resiliente.

Por Teodoro Ribera, rector Universidad Autónoma de Chile y ex ministro de Relaciones Exteriores