Columna de Vassilis Ntousas: Hacia una victoria histórica del laborismo y la amenaza de Farage

El líder del partido Reforma UK, Nigel Farage, posa con el boxeador de peso pesado Derek Chisora, cerca de un gimnasio de boxeo, durante una visita de campaña en Clacton, Gran Bretaña, el 3 de julio de 2024. Foto: Reuters

Al igual que sus homólogos europeos de extrema derecha, Nigel Farage comparte su compromiso incierto con la democracia, y es parte del desafiante panorama político que se está formando en todo el continente.



Por Vassilis Ntousas, cientista político y jefe de Operaciones Europeas en la Alliance for Securing Democracy (ASD) del German Marshall Fund en Bruselas.

Aun cuando durante las elecciones europeas la gran historia fue el crecimiento de la derecha y extrema derecha, hoy, si las encuestas no mienten, Reino Unido va a vivir una victoria histórica por parte del Partido Laborista.

Luego de 14 años de gobierno “tory”, las leyes de la gravedad política están probando que aún funcionan, moviendo esta vez el péndulo de la derecha a la izquierda, y de un partido histórico hacia el otro. Pero este giro, de la increíble mayoría que los conservadores lograron en 2019 a lo que se perfila como una mayoría históricamente amplia para los laboristas, sugiere que estamos en tiempos increíblemente densos y caracterizados por una fluidez política muy alta.

Y a esto se le agrega la vuelta del creador del Brexit a las urnas. A pesar de ser un político carismático por naturaleza, Nigel Farage está explotando, y no creando, esta fluidez política. Al igual que en otros países europeos, usando su habilidad retórica y su agenda xenófoba, está explotando la inseguridad económica de los votantes, sus mayores ansiedades y temores, así como el fuerte sentimiento pro-nacionalista y antisistema entre ciertos sectores del público.

El líder del Partido Laborista de la oposición británica, Keir Starmer, y su esposa Victoria Starmer caminan fuera de un centro de votación durante las elecciones generales en Londres, el 4 de julio de 2024. Foto: Reuters

Por supuesto, al igual que sus homólogos europeos de extrema derecha, Farage comparte su compromiso incierto con la democracia, y es parte del desafiante panorama político que se está formando en todo el continente. Pero su impacto en esta campaña y en la política de Reino Unido después del 4 de julio tiene muy poco que ver con el terremoto político que traerá una posible victoria de la extrema derecha en las elecciones legislativas francesas, si comparamos con lo que ocurrirá al otro lado del Canal de la Mancha. Debido al sistema político de Reino Unido, el partido de Farage, Reforma UK, obtendrá, en el mejor de los casos, sólo unos pocos escaños.

Bajo esta perspectiva, el mayor impacto que podría tener sería ayudar a quitar escaños no a los laboristas, sino a los conservadores. Y después del 4 de julio, sus esfuerzos se centrarán en intentar cambiar el equilibrio dentro del campo de la derecha mucho más hacia el extremo, antagonizando a las fuerzas moderadas dentro de los conservadores.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.