Columna de Víctor Villalón: “IVA personalizado, una alternativa frente a la regresividad del IVA”

Datos públicos muestran que en Chile los últimos dos decíles soportan cerca del 50% de la recaudación del IVA de consumo final, mientras que los dos primeros representan menos del 10%. Los deciles de mayor renta obtienen hasta 15 veces más ingresos que los primeros. El esfuerzo del IVA para esas personas de altos ingresos es apenas un cuarto de quienes reciben menores ingresos y transferencias del Estado, lo que es sinónimo de un IVA regresivo.

Ratifican este escenario los informes de gasto tributario, que muestran una alta focalización de exenciones y franquicias en contribuyentes de mayores recursos. Para enfrentar la regresividad del IVA, se plantean diversas soluciones. La más recurrente es la reducción o exención del IVA para ciertos bienes o servicios de consumo, lo que puede resultar loable y popular en el corto plazo, pero desalentador a largo plazo, especialmente cuando se verifica que la incidencia del impuesto no se traslada al consumidor final, o se beneficia sólo a quienes tienen mayor riqueza, y los costos de cumplimiento y de administración aumentan.

A nivel global, se observan ejemplos a considerar. Estados Unidos utiliza un sistema de crédito tributario reembolsable, para familias de bajos ingresos, sujeto a la declaración de rentas del trabajo. En Japón, se exime del impuesto a una población nominada, cuando se consume un listado de bienes y servicios, lo que se traduce en una transferencia monetaria directa que es imputable a los impuestos a la renta. Canadá, Uruguay y otros países utilizan medidas similares. En Chile, existe un instrumento similar, el crédito por gastos en educación. El problema es que requiere que la familia haya soportado impuesto a la renta, lo que no sucede con esos deciles de menores ingresos, quienes ni siquiera llegan a presentar una declaración de renta por sus bajas rentas.

Como propuesta podría establecerse un sistema de IVA personalizado, que consiste en devolver una parte del IVA a las familias de menos recursos. Para ello, se deberían eliminar ciertas exenciones o franquicias del IVA y mecanizar una devolución simple, la que podría materializarse a compra o mediante la declaración anual de renta. El instrumento incentiva a solicitar la boleta electrónica y comprar en el comercio formal, lo que se traduce en una mayor recaudación. Una medida de este tipo permitiría ampliar la base imponible del IVA, aumentar la recaudación, facilitaría la administración del tributo, y estimularía formalidad, considerando el empleo de medios de pago electrónicos.

Una parte del aumento de la recaudación se debería transferir a familias de menos recursos, en base a criterios objetivos, proporcionales y trazables. Para ello, se requiere un esfuerzo tecnológico, que permita identificar a las familias beneficiarias, establecer el monto y oportunidad de la devolución, las operaciones que no generen beneficio y determinar el mecanismo de pago, en base a criterios objetivos y trazables.

En Chile existen aliados y capacidades para implementar gradualmente una devolución personalizada del IVA, al existir la boleta electrónica y altas tasas de bancarización. Asimismo, la autoridad tributaria cuenta con experiencia en desafíos tecnológicos para brindar un servicio expedito y focalizar el control sobre quienes intenten abusar o defraudar al sistema.

* El autor es académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información, Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile.