Columna de Ximena Rincón y Humberto Verdejo: Hacia una nueva era de la distribución eléctrica
El progreso de una nación no se mide únicamente por el avance de sus infraestructuras, sino por su capacidad para adaptarse a los cambios y desafíos de los tiempos modernos. Esta adaptabilidad no solo impulsa la innovación, sino que también garantiza una mayor equidad y justicia para sus ciudadanos. En este contexto, la reforma de la distribución eléctrica emerge como una necesidad urgente e indispensable.
El pasado 28 de septiembre, en las salas del Ex Congreso Nacional, fuimos partícipes del que esperamos sea un hito en la historia de la política energética de nuestro país: la presentación del estudio colaborativo, realizado por académicos y expertos de diversas y prestigiosas instituciones, que sentó las bases para una reforma integral en la distribución eléctrica. Pero, más allá de las propuestas técnicas y metodológicas, este informe simboliza algo aún más profundo: la posibilidad real de construir consensos en un área históricamente dividida por intereses diversos.
El diálogo genuino y constructivo, donde todas las voces son escuchadas y valoradas, incluidas las de la industria y de la sociedad civil, es un reflejo de una democracia madura. Este informe es el testimonio de que, cuando nos sentamos a conversar, entendernos y buscar soluciones comunes, los resultados pueden ser extraordinarios.
Ahora, con un marco técnico y consensuado en mano, nos enfrentamos a una oportunidad única: llevar estas propuestas al Congreso Nacional en 2024 y traducirlas en un proyecto de ley concreto. Este no es un llamado a la acción sólo para las autoridades y los legisladores, sino para toda la sociedad. La responsabilidad de aprovechar este impulso recae en todos nosotros.
En el contexto de emergencia climática, debemos ir más allá de la retórica. La posibilidad de actualizar el marco regulatorio, democratizar el acceso a la energía y priorizar siempre los intereses de los ciudadanos es una tarea que no puede esperar. La potencial introducción de agentes comercializadores y, con ello, la opción para los clientes y usuarios de seleccionar su proveedor, son algunas de las propuestas concretas que surgen de este consenso y que deben ser plasmadas en la legislación.
Es imperativo que el gobierno tome un rol protagónico en esta reforma. No se trata de seguir el paso de los cambios, sino de liderarlos. Las propuestas están sobre la mesa, el consenso ha sido logrado y el llamado es claro. Es hora de actuar, es hora de no llegar tarde a la cita con el futuro.
La modernización de la distribución eléctrica no es una opción, es una obligación. Por el bienestar de nuestra gente, por el futuro sostenible de nuestro país y por la promesa de una nación más justa y equitativa, instamos a la autoridad a aprovechar esta oportunidad única. Porque, en definitiva, es en momentos como este donde se define el verdadero carácter de un país.
Por Ximena Rincón, senadora y Humberto Verdejo, Académico Universidad de Santiago de Chile.
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