Comercio en Chile: ¿dónde poner la lupa?



Por María Teresa Vial, presidenta Cámara de Comercio de Santiago

El fin de semana pasado, nuestro país vivió un nuevo y exitoso Black Friday organizado por la Cámara de Comercio de Santiago, donde se registraron ventas por US$ 500 millones, de acuerdo a estimaciones preliminares. Cuando el evento recién estaba comenzando, el Sernac públicamente previno a los consumidores de poner “especial atención” en las ofertas del evento, las formas de pago, plazos de entrega, entre otros aspectos.

Si bien esta comunicación del servicio no es nueva -porque se repite en otras fechas relevantes para el comercio, como los eventos cyber- no deja de sorprendernos que solamente se ponga foco sobre una actividad que soluciona en buena medida las compras navideñas y otras necesidades de consumo de las personas en un entorno seguro y confiable; mientras que, casi en paralelo, haga vista gorda respecto de la masiva instalación de comercios callejeros, todos informales, que ofrecen productos y ofertas de dudosa procedencia, sin garantías, y con escasos o nulos protocolos sanitarios, sin cumplir con estándares requeridos para entregar un trato justo a los consumidores.

Tanto desde la autoridad como desde los gremios debemos hacernos cargo de la realidad que este comercio callejero ha provocado, ofreciendo a quienes se han visto en la necesidad de trabajar de esta forma reales oportunidades de surgir gracias a su trabajo y no soluciones que no les den las herramientas necesarias.

Desde la CCS hemos fomentado desde hace varios años el comercio electrónico, con especial énfasis en los últimos años de pandemia, y contamos con programas de capacitación y formalización para pequeños comerciantes. Sin ir más lejos, recientemente convocamos a emprendedoras a participar en nuestra iniciativa Mujeres Emprendiendo en E-commerce, al que postularon casi 5 mil personas. Este programa les entregará herramientas para formalizarse, cuando corresponda, además de fortalecer su negocio a través de plataformas online y fomentar la contratación de mano de obra femenina, tan severamente afectada en el último tiempo.

Esta iniciativa, al igual que el Black Friday, son oportunidades tanto para los consumidores como para quienes buscan desarrollarse en la actividad comercial siguiendo las reglas. Por ello, la oportuna y pertinente fiscalización del Sernac debiera tender a convertirse en un fomento a quienes hacen bien su trabajo, fortaleciendo la confianza en una actividad que debe ser una alternativa de formalización de empleo para tantas personas que requieren una oportunidad para dedicarse a la actividad comercial.