SEÑOR DIRECTOR:
Hace pocos días el Banco Central informó que Chile registró una expansión de 2,6% en 2024, por sobre lo que esperaban los analistas de mercado.
Pese a que no son cifras para celebrar, es bueno comprender las razones que explicaron este mejor resultado. Una de ellas fue el fuerte salto que tuvieron las exportaciones de bienes y servicios (+6,6%), que explicaron dos puntos del crecimiento del año, la mayor contribución en más de una década. Dicho de otra forma, sin el aporte de las exportaciones la economía solo se habría expandido 0,6% el año pasado.
En un contexto internacional tan convulsionado en materia comercial, cabe preguntarnos qué medidas son necesarias para asegurar que nuestro país siga beneficiándose de un comercio exterior que apuntale el crecimiento. Por un lado, es fundamental promover una agenda de eficiencia logística que reduzca los altos costos que pagamos internamente por este concepto. Pero, además, es imprescindible fortalecer nuestra infraestructura de transporte y modernizar nuestros puertos, carreteras y aduanas. Sin una cadena logística robusta y eficiente, difícilmente podremos sostener un crecimiento basado en el comercio exterior.
La falta de inversión en este ámbito pone en riesgo la competitividad del país en los mercados globales. Chile tiene la oportunidad de consolidarse como un actor clave en el comercio internacional, pero para ello debemos garantizar que la logística y el transporte estén a la altura del desafío.
Mauricio Perrot
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.