Cómo devolverle la dignidad al espacio público
SEÑOR DIRECTOR:
Las buenas noticias sobre la renovación y limpieza de ocho kilómetros del eje Alameda Providencia, es, sin duda, un primer inicio frente a la imperiosa necesidad de devolverle al espacio público la dignidad que requiere, para representarnos como ciudadanos y celebrar la vida urbana como un bien colectivo. El espacio público, aquel suelo común que habitamos todos, son las veredas, calles, parques y plazas; y de igual forma lo son los halls de edificios públicos, los patios interiores de manzanas y pasajes.
De dicho espacio también participan las fachadas urbanas de los edificios, que construyen el perímetro y que configuran su morfología a partir de alturas, estilos y alineaciones. La belleza de la ciudad está radicada mayoritariamente en el estado de sus fachadas, por ello, a más de un año del inicio del proyecto de mejora, solo podemos estar entusiastas de que al fin podamos recuperar la ciudad que ha sufrido de las vandalizaciones y el abandono provocado durante los años agitaciones sociales y pandemia.
Esperamos que los insistentes grafitis, que ya han aparecido nuevamente, sean acallados con la misma obstinación. La ciudad debe significarnos a todos y no a unos pocos. La ciudad debe ser el espacio donde nos encontramos trasversalmente, sin jerarquías, sin miedo, y donde participamos en igualdad. Para ello es necesario repensar el espacio urbano contemporáneo y el patrimonio en su fundamento, desde la cultura y el ocio como estrategias de reactivación.
Macarena Cortés Darrigrande
Directora (i) Centro del Patrimonio Cultural UC
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