¿Cómo seguimos?
Cuesta trabajar cuando se han acumulado las tareas sin hacer, y los deadlines están encima. Hay quienes la presión les puede provocar el colapso y por lo tanto la no entrega. Pero hay quienes funcionan muy bien bajo presión y logra aislar el ruido para avanzar, y lo hacen de manera muy efectiva. El país está en una situación así, atrasado con las tareas, trabajando bajo presión. Hay quienes creen que vamos a colapsar, hay otros que creen que es oportunidad para llegar mejor que nunca con la tarea bien hecha. Para eso, sin embargo, hay que evitar que colapse el computador o se vaya la señal.
Tenemos la tarea de la emergencia climática. Es bastante evidente ahora que la principal causa de la crisis ambiental es la actividad humana, y por lo tanto se necesita un nuevo modelo de desarrollo: producir y consumir de otra manera. Por eso hay quienes sostienen que la reactivación de la economía es una excelente oportunidad para que ésta sea una reactivación sostenible. Significa crear empleo es sectores que estén en línea con estos objetivos. Uno es el sector del cuidado (hoy 20% del PIB que no es pagado ni valorado). También en sectores que producen con energías renovables e invierten en nuevas tecnologías. Al parecer muchos desean gastar el 10% en un auto, pero aún no tenemos autos eléctricos. Hace falta impulso y liderazgo estatal, y hay que apurarse.
Tenemos el problema de las pensiones. El ejecutivo tiene una propuesta de 3% a capitalización individual y 3% a Fondo Solidario. Un grupo de senadores elaboró un proyecto que crea un sistema público de cuentas nocionales, que además propone que haya un recaudador público de las contribuciones, imitando el sistema sueco. Otro grupo de senadores propone la nacionalización de los fondos de pensiones, reconociendo los ahorros individuales y creando un sistema nacional de seguridad social. Ambas propuestas están en la línea de revertir la privatización del sistema de seguridad social que detalla la OIT (2018). De hecho, la OIT también propone una serie de pasos a seguir. El paso 1 es el diálogo social. Esto significa una mesa de trabajo que incluya las distintas sensibilidades políticas, trabajadores y empresarios.
Tenemos el plebiscito constitucional que probablemente desembocará en una nueva Constitución. Esta, a pesar de que cambiará varios principios constitucionales, no cambiará las políticas públicas mágicamente. Tampoco cambiará nuestras diferencias. Lo que probablemente va hacer es redistribuir el poder para cambiarlas. Por lo tanto, es muy importante que todos(as), quienes ganen poder y quienes pierdan poder, tengan conciencia de aquello, generosidad y capacidad de escuchar.
Cuesta trabajar bajo presión, pero ahora ya no hay alternativa. Creemos las condiciones, sin embargo, para evitar que se vaya la señal y podamos entregar. Y aprendamos de esto, hay que hacer las tareas con tiempo y adelantarse a los deadlines.