Contaminación en Ventanas: condiciones para un Deja Vú permanente

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El complejo Ventanas, ubicado entre Quintero y Puchuncaví. Referencial.


"Más allá de que se evidencien efectos ambientales y sobre todo el Pasivo Ambiental existente, los que afectan a la comunidad, no han existido soluciones concretas para resolver el problema en su conjunto, y más bien los mismos actores perciben el actuar del Estado y las empresas como soluciones parciales y reactivas a los eventos de contingencia."

Esta frase escrita en el marco de la publicación de un artículo de divulgación científica que fue publicado este año, da cuenta en síntesis del fenómeno que está ocurriendo nuevamente en el sector de Ventanas, comuna de Puchuncaví, y que aparenta ser un Deja Vú, ante lo vulnerable de las comunidades locales ubicadas en el entorno de una de las áreas industriales más importantes del país, y donde parece que ninguna de las soluciones planteadas ha permitido hacer mejoras en las condiciones ambientales.

Para desmenuzar este tema y la responsabilidad del Estado en "asegurar el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación", vamos a describir sucintamente porqué la existencia de Instrumentos de Gestión Ambiental (o su ausencia) y la práctica en instrumentos de planificación territorial, siguen provocando la existencia de estos eventos de contingencia, siendo además probable que sigan manifestándose en el futuro.

Así entonces, en primer lugar, los principales instrumentos de gestión ambiental que corresponden a las Normas de Calidad Ambiental, Normas de Emisión y Planes de Descontaminación, se han ido implementando en el tiempo en relación con materias atmosféricas para anhídrido sulfuroso (SO2), y material particulado, con un relativo éxito, puesto que las concentraciones de largo plazo han ido disminuyendo a pesar de la instalación de nuevos proyectos en el área industrial. No obstante, su objetivo justamente evidenciado lo anterior, no está puesto en los eventos de contingencias de parámetros de calidad del aire que difieran de los anteriormente citados o alguno de los normados en el país, sino que más bien buscan mejorar en el mediano o largo plazo.

Un segundo tema es el relativo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, donde es práctica generalizada por parte de los estudios o declaraciones de impacto ambiental, realizar una evaluación "caso a caso" en forma independiente, que es incapaz de detectar adecuadamente los impactos sinérgicos y acumulativos, por más de las buenas intenciones que existan entre las empresas y el Estado, provocando entre otras cosas que los planes de emergencia y contingencias asociados a estos instrumentos sean parciales por proyecto o instalación y no articulados para enfrentarlos en forma conjunta. El mejor ejemplo de esta evidencia son las declaraciones cruzadas de responsabilidad entre empresas, que nada aportan a atender la solución en forma rápida y efectiva.

Un tercer punto, más de largo aliento, son los instrumentos de planificación territorial, que han permitido que zonas habitacionales convivan con sectores industriales. Acá, por ejemplo, el PREMVAL permitirá en el futuro la instalación de nuevas actividades industriales, fabriles o de manejo de sustancias peligrosas, mientras en las zonas aledañas, permitirá la localización de nuevos habitantes o el crecimiento de segundas residencias, con la evidente incompatibilidad de tales usos.

Para concluir esta reflexión es importante tener presente que el Estado identificó a Ventanas como el área ideal para instalar el complejo industrial a fines de los 50's, posteriormente fueron empresas estatales las inaugurales, y finalmente ha sido el Estado el que ha permitido el crecimiento de asentamientos humanos alrededor de esta zona y el funcionamiento de nuevas actividades industriales, pareciendo ser esta nueva contingencia, el momento para analizar y acordar primero la necesidad de contar con zonas industriales o no para el desarrollo del país, y de ser afirmativo ese análisis, buscar entonces la fórmula para que puedan convivir distintas actividades y usos de suelo,  recuperando el pasivo ambiental ahí existente, a partir del liderazgo que debe asumir el  Estado en función de la responsabilidad que tiene, involucrando a las empresas y comunidades (cansadas de promesas incumplidas) con una importante prioridad de gestión, pero además considerando la necesaria inyección presupuestaria necesarias en estas materias.

De no ocurrir lo anterior, este Deja Vú nos volverá a impactar en un futuro no tan lejano.

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