Contribuciones
SEÑOR DIRECTOR:
Aprecio y celebro la sobriedad con que los consejeros han trabajado en el proyecto constitucional y el esfuerzo que han realizado. Como es natural, estoy de acuerdo con varias de las enmiendas presentadas y en desacuerdo con otras.
Estoy en particular desacuerdo con la enmienda que da rango constitucional al tratamiento impositivo de las viviendas.
Chile debe tener una profunda discusión sobre el financiamiento y gestión de municipalidades. Es legítimo cuestionar el nivel de las contribuciones y la forma en que debe generarse el financiamiento municipal, pero ese debate debe darse dentro de la institucionalidad política.
Mi oposición a esta enmienda no tiene que ver con las bondades, problemas, progresismo o injusticia de las contribuciones. Simplemente no debe estar en la Constitución. Estaríamos validando el principio de darle estatus constitucional al tratamiento impositivo especial para ciertos bienes y no a otros.
Una buena Constitución, duradera en el tiempo, debe ser neutra en materia impositiva. Es importante que la Constitución no sea un documento usado para imponer políticas públicas favorecidas por un sector u otro.
Además, elevar la regulación del impuesto a propiedades a nivel constitucional sienta un precedente muy peligroso. Abre la puerta a que en el futuro políticos den rango constitucional a impuestos al patrimonio, a diferentes bienes, o a subsidios. Estarán en su derecho y tengo pocas dudas de que cuando tengan el capital político, lo harán.
Invito a los consejeros a reconsiderar la materia y que esta norma no sea parte del proyecto de constitucional final que se someterá a votación de la población.
José Luis Daza
Economista
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