Control preventivo de identidad
SEÑOR DIRECTOR
La aprobación del control preventivo de identidad desde los 16 años por parte de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados no solo no respeta los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes consignados en la Convención Internacional de los Derechos de la Niñez, sino que es también una muestra de la incoherencia con la que opera un sistema que dice proteger y cuidar cuando en la práctica daña y vulnera. En definitiva, una señal preocupante del imbuchismo que históricamente ha caracterizado a la política pública en infancia de nuestro país.
Lamentable "casualidad" a 30 años de la aprobación de la Convención que nos recuerda que, más allá de las declaraciones de buenas intenciones en esta materia, la infancia es un campo en disputa y está expuesta permanentemente a los efectos de dominación a través de discursos, instituciones y leyes. A la base de esta forma de legislar persiste la noción de un niño que es objeto del control y la estigmatización. Esta situación, más que un retroceso, es la confirmación de un sistema que se resiste a cambiar y que, permanentemente, reniega la violencia que produce y ejerce sobre niños, niñas, adolescentes y sus familias.
Camilo Morales Retamal
Coordinador Programa de Estudios Interdisciplinarios en Infancias, Universidad de Chile
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