Corrupción en Chile

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SEÑOR DIRECTOR:

El reciente audio del abogado Hermosilla y el empresario Sauer, las noticias ya conocidas de posible corrupción en las comunas de Santiago (caso Sierra Bella) y Las Condes (Cesfam), el caso Convenios, el nuevo caso de posible corrupción en diversas Seremis, nos recuerdan a los casos de SQM, el escándalo del Ministerio de Obras Públicas bajo Ricardo Lagos, las platas de Pinochet en el Banco Riggs, etcétera, etcétera.

El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) niega que exista corrupción arraigada y generalizada, reclamando a quienes reconocen la evidente verdad sobre nuestra real cara en temas de probidad cuando se trata de dinero y de por qué no denunciaron los hechos a las autoridades; como si fuera tan fácil.

Hace mucho tiempo que es ya tiempo de que nos veamos al espejo y reconozcamos lo evidente: la corrupción comienza con aquellas falsas licencias médicas, con saltarse la fila, no pagar las imposiciones a las nanas, pasar por esconder esas pequeñas platitas en la declaración de impuestos personales..., hasta, según se escucha, llegar a formar “cajas pagadoras” para sobornar a fiscalizadores del Servicio de Impuestos Internos, de la Comisión de Mercado Financiero, y quién sabe cuántos y cuántas instituciones más (¿la Contraloría General de la República, uno que otro juez, alcaldes, ministros de Estado?)

Es hora de que, como escribió Robert Graves, reconozcamos que la única solución es “que todo el fango que está oculto en el fondo salga a flote”.

Marcelo Muñoz Perdiguero

Abogado